Cuando lo recojo en el aeropuerto Tenerife Norte, luego de un paternal abrazo
Mientras más me acercaba a la realidad, mas cuenta me daba de lo lejos que estaba de el y cuan duro es reponerse a la separación de un hijo, de un amado hijo. Todos saben que relaciones a parte de las paternales nos unían, éramos y somos en cuerpo y alma de la misma sangre. Luego de un trato entre el y yo cuando solo contaba con once años de que nos separábamos con la idea futura, de volvernos a unir en la primera oportunidad. Esa unión indisoluble entre padre e hijos que se separan involuntariamente obligados por las circunstancias es y debe ser solo y únicamente transitoria. Y así los déspotas que separaron a un hijo de su padre más de lo que se debía, ven ahora nuestro sueño hecho realidad, eso de que “ya viene llegando” se cumplió. Ya luego de que en tres años de separación y alguna que otra lagrima, donde solo nos pudimos ver 27 días y donde reafirmamos nuestro compromiso de volvernos a unir, ya es una bella realidad. Carlitos llego a canarias a unirse con su padre, siendo su expreso deseo el pasado jueves 21 de septiembre. Completamente seguros de no volvernos a separar y con esfuerzo y voluntad, lejos de las bajas pasiones y las intolerancias de la patria, estudiar y labrarse el mismo un futuro digno, el apoyo moral y espiritual de su familia española, su mami Karina y yo, el saldrá adelante, es bueno e inteligente, por su condición se merece lo mejor y bueno, como dice la canción que le inventaron.
“Ya Charli llegó y no se va
Por que vino con Changó y yemayá”.
Gracias a todos que nos separaron solo un tiempo puesn hacerlo todo el tiempo, no pudieron ynos unieron con con más fuerza.
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