lunes, 25 de noviembre de 2013

Martí en Tampa

José Martí con los tabaqueros de la fabrica de tabacos de Vicente Martines

Por: María Teresa Valverde Trujillo
Afloran sus elocuentes palabras y los tabaqueros cubanos prometen su ayuda para conquistar la independencia de Cuba.
                                                "De la próxima guerra, e inevitable"
Bajo fuerte lluvia, en aquel avanzado atardecer del 25 de noviembre de 1891, llegó José Martí por primera vez a Tampa, a la misma ciudad en el Estado de Florida que había acogido siempre a miles de cubanos, muchos de ellos torcedores de tabaco. Estos cubanos mantenían aun latente el culto patriótico y entre ellos había antiguos servidores con la continua idea de independizar la isla. Así hasta ellos había llegado noticias de José Martí, residente en Nueva York.
Néstor L. Carbonell, patriota que había tomado acción en la Guerra de los Diez Años y residía en Tampa desde 1889, como presidente del Club Ignacio Agramonte había invitado a José Martí a tomar parte en una gran fiesta de carácter artístico-literario a beneficio del Club, dejándole saber que los cubanos de Tampa y Cayo Hueso deseaban su presencia. Centenares de cubanos aguardaron el arribo de aquel, del que se decía, llevaba una estrella en la frente y, -agrego yo- a Cuba en el corazón.
El acto de recibimiento a Martí fue muy sencillo como correspondía a la ocasión: breves palabras de Carbonell, y breves palabras de Martí. Al día siguiente aparece él en la tribuna de El Liceo Cubano y pronuncia su primer discurso en el que sin frases banales evoca a la patria con esta austera admonición, consigna que llevaba como móvil de su vida:
                                     "Para Cuba que sufre, la primera palabra...”
"...de altar se ha de tomar a Cuba, para ofrendarle nuestra vida, y no de pedestal, para levantarnos sobre ella. Y ahora, después de evocado su añadidísimo nombre, derramaré la ternura de mi alma sobre estas manos generosas que !no ha deshora por cierto! acuden a dármele fuerzas para la agonía de la edificación."
Por su intensa moción y la novedad y encanto de su dicción puedo figurar el inaudito efecto que produciría aquella voz de esperanza en todos los emigrados.
...."Se me hincha el pecho de orgullo, y amo aun mas a mi patria desde ahora,...” ...”creo aun mas en la república de ojos abiertos, ni insensata ni tímida, ni togada ni descuellada, ni sobreculta ni inculta, desde que veo, por los avisos sagrados del corazón, juntos en esta noche de fuerza y pensamiento, juntos para ahora y para después, juntos para mientras impere el patriotismo,...” y concluye su discurso con esta intensa alocución:
....¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla para la república verdadera;...” “...Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante:

                                          “Con todos y para el bien de todos”

Fue un discurso en el que todo lo tendiente a exaltar y apasionar se supeditó a la acción patriótica. De ese elocuente discurso del que solo he presentado tres pequeñísimos párrafos, el auditorio lo denominó tomando su última expresión, abarcadora frase martiana acerca de la República que ansiaba para nuestro país.
Imagen de la casa donde José Martí –a petición de él mismo- se hospedó en su primera visita a Tampa, propiedad del matrimonio Ruperto Pedroso y Paulina Hernández, esclava que sus padres compraron su libertad y viajó a Florida donde se casó con Pedroso, también cubano negro. Según declaraciones de ella, Martí se mantenía toda la noche escribiendo. El matrimonio Pedroso donó este terreno que es donde actualmente está situado el Parque Amigos de José Martí, cuya propiedad pertenece al gobierno cubano.
                                                  

                                                                             Noviembre 25, 2013
                                                                          ashiningworld@cox.net

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