viernes, 16 de mayo de 2014

La primera Liga Española de la Defensa de los Derechos del Hombre

Por: José A. Ferrer Benemelli, de su libro La Masonería 

A primeros de 1913, en Barcelona surge la iniciativa de fundar un centro titulado Los Derechos del Hombre para el que se propuso como director al doctor Luis Simarro, catedrático de Psicología Experimental de la
Universidad Central de Madrid, miembro de la logia Ibérica nº 7. de Madrid, y desde 1912 Gran Comendador del Gran Oriente Español.
Esta propuesta debió inspirarse en la gran obra realizada por Simarro
en defensa de Ferrer y Guardia, sobre el que había publicado en 1911 dos gruesos volúmenes con el título de El proceso de Ferrer y la opinión europea, que fue traducido en Bélgica con el título de Un mártir de la libertad deconciencia.
La idea de la creación de una Liga Española para la Defensa de los
Derechos del hombre y del Ciudadano cristalizo a lo largo del año 1913, a raíz de una campaña en defensa de la libertad de conciencia. Con este motivo, en julio de 1913, se conectó la realización de tal campaña con la idea
de crear la Liga: Para evitar que las energías surgidas y desarrolladas durante esa campaña —se decía en la circular-- que tenia un carácter puramente ocasional, se esterilizaron luego por falta de aplicación, pensó la Comisión de qué forma podrían hacerse cristalizar en instrumentos de acción, que de una manera continua laboraran para hacer respetar no sólo la libertad de conciencia, sino también aquellos derechos de la persona humana, que son considerados como inviolables en todo el mundo civilizado.
La citada campaña, promovida por una comisión madrileña, algunos de cuyos miembros entrarían después a formar parte de la Liga, se creó para apoyar la decisión ministerial del Gobierno Romanones de eximir de la enseñanza del catecismo en las escuelas a los hijos de padres no católicos que así lo solicitasen. En la comisión según la circular estaban representados todos los disidentes de la religión oficial del Estado, como los evangelistas, los israelitas, los anticlericales, los librepensadores, etc., y también delegados de los masones y de todos los partidos políticos que tienen escrito en sus programas la libertad de conciencia.
Finalmente la Liga Española para la Defensa de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano quedaba constituida en Madrid, quince años después de su homóloga francesa, el 23 de noviembre de 1913. Sus estatutos van precedidos por la Declaración francesa de los Derechos del hombre y del Ciudadano, de 1789, y en su título 1º se exponen como fines de la misma los siguientes:

-      Defender las libertades públicas y. sobre todas, la libertad de conciencia: la conquista de aquellos derechos que, siendo patrimonio común de la civilización moderna, aún no han sido consignados en nuestra legislación; la defensa permanente de los que están escritos en nuestros Códigos, y la intervención en la defensa de sus afiliados, cuando con ellos se cometa una arbitrariedad o una injusticia relacionadas con los fines especiales de esta Asociación.

imagen Liga española pro-DH

Aquí en la foto de 1913 fíjense si la amplían que entre los fundadores hay intelectuales destacados como Dalí, Picasso,  Machado,  Miró y Galdós, así como masones relevantes de la talla de Morayta, Añaza, Gasset, Blasco Ibañez y Simarro  entre otros. ¿No es relevante que tantos buenos ciudadanos se reúnan en un fin sublime como este?


Esta es una carta de Luis Simarro, presidente de la liga, cumpliendo con su deber.










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