jueves, 24 de julio de 2014

Cuando el Odio y el Fanatismo pueden más que el Amor.

Otra vez, muertes, terror y guerra en el medio oriente. Iraq, Siria o Afganistán, que son los países de peores conflictos internos  gracias al fanatismo y la ambición o como siempre, como hace muchos años el conflicto árabe de palestinos e Israel, copa las portadas noticiosas y deja muertos inocentes, sobre todos niños. Muchos niños. Quien es Goliat, quien el gigante? Quien se defiende, quien ataca Quien tiene la razón? De quien es la culpa? Son las preguntas que siempre nos hacemos en este viejo y triste conflicto. Ahora y nuevamente la verdadera pregunta es:
- ¿quién paga las consecuencias?
- ¿Que se alienta con esta guerra?
Preguntas muy claras y sencillas cuyas respuestas todas sabemos, pero la gran mayoría viramos la cara y fingimos no saber contestar. Este viejo conflicto ha generado tal cantidad de energías negativas y bajas pasiones que de seguro su influencia da la vuelta al globo y toca a cada una de nuestras almas. ¿Es acaso que el odio puede más  el amor¿ ¿El maligno es más fuerte que el Dios del bien?, en este caso la respuesta es obvia, Si. Pues haremos solo referencia al caso triste de las consecuencias de este conflicto, en los niños. Solo en los niños, que de seguro son los más inocentes y los más perjudicados.
No vamos a mencionar cifras, pues varían de acuerdo a la fuente, ni a poner las tristes imágenes pero solo mencionando el desbalance de víctimas civiles de los dos bandos desde 1948 da una clara idea de que cantidad de niños victima de sus padres o gobiernos hay. Paremos a pensar  en estos niños que no tienen ni la mínima idea de por qué caen las bombas, cohetes o los militares les infunden miedo. Como se le explica a un niño de 9 o 10 años lo que sucede desde que sus abuelos vivían y que ellos no entienden, pero sufren. Ello nunca lo entenderán, pero repito, lo sufren día a día. Cada día de sus vidas está lleno de miedo, terror y sobresaltos por lo que les rodea. En el conflicto y la guerra actual palestino-israelí muere un niño cada hora!!! Cada día que pasa su niñez se ve cada vez más turbada por algo cruento y que les es ajeno. Cuantos niños, ya sean palestinos (que son la gran mayoría) o israelíes han muerto por esta guerra desde 1948, o han sufrido sicológica y traumáticamente el conflicto, varios miles. Cuantos niños han perdido su casa, han tenido que ser desplazados, han perdido sus padres, sus escuelas, su infancia. Cuantos niños sufren el miedo de los bombardeos y la destrucción de su tierra. ¿Por qué, el sufrimiento de los niños es menos importante que el nuestro?
Este artículo puede que no interese a nadie, ni llame la atención en el conflicto, solo es una reflexión personal que me ayuda y me permite expresarme libremente al respecto, condenando la violencia, como masón y como ciudadano. Para que mi conciencia trate de estar más tranquila y yo, conmigo mismo. Cualquiera de nosotros puede responderse las preguntas arriba mencionadas. Y es lo que hemos tratado de resaltar aquí. No busco culpables, solo que las consecuencias no sean tan fatales y  que seamos más consientes de ello.
Quien paga las consecuencias del conflicto? Los niños, inocentes en todo momento.
Que se alienta con  este guerra? El odio, el rencor y el fanatismo, enemigos irreconciliables de amor, lo más bello del género humano y no creo es lo que deseamos a la humanidad.

Mi conciencia queda impávida al ver las crudas imágenes de cadáveres de niños, no me importa el culpable, me interesa  la víctima, que solo es un niño inocente, que puede ser tu nieto, tu vecinito, tu sobrino o tu hijo. No le pidas a Dios que detenga la violencia, detenla tu para tu Dios. Has que tu ciudad sea santa para gloria de tu Dios.

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