Hace unos días atrás visitando el nuevo sitio de la bloguera cubana Yoanni Sánchez leí un curioso artículo llamado y referido lógicamente a la cuestión
cubana titulado ¿estamos en transición? y en directa alusión a la llamada “transición de democrática española”
donde ella hablaba, apuntando a la realidad cubana del desencanto, la
frustración y la falta de fe de los
cubanos en sus gobernantes cuya infortunio aumenta cada día más en un pueblo que ve
asomándose un cambio.
La bloguera menciona que pudo ver la interesante y curiosa
serie documental producida por RTVE (la
televisión española del gobierno de turno) que se trasmitió en varios capítulos
sobre el fenómeno socio-político e
histórico sucedido según algunos entre
la muerte del dictador Franco en 1975, la implantación de la constitución
española de 1978 y la instauración de la democracia en 1982. Casi todo acaecido en los últimos años de la década de los 70
cuando la estructura franquista estaba a la par de la salud del dictador, cuesta abajo.
No quisiera yo que nos fijemos en el ejemplo de este fenómeno
español para que los cubanos pensemos en cómo debe ser en nuestra amada
isla en un cambio social luego del
castrismo. Pues para tomar ese ejemplo tenemos que ser consientes que fue realmente en la sociedad, la política
y la economía española ese “cambio”, si
es que lo hubo. No pensemos en esa llamada e idílica para algunos: transición, ya que en realidad de idílica tuvo o tiene muy
poco, o nada. Fue una fachada y una manipulación para que unos se lo creyeran,
otros se beneficiaran y cuya realidad
fue muy distinta, amigos, el cuartico quedo igualito, como decimos en buen
cubanos. No obstante si hubo cierto cambio. Se pasó de un sistema totalitario a
una inexperta y controlada democracia.
No hubo en realidad una verdadera transición y mucho menos
algo de los que la mayoría de los españoles serios deben sentirse orgullosos,
Por favor, no veamos en ello algo real y digno de tomar como referencia. Como
dicen algunos escritores de izquierdas
como yo: “No hubo un cambio de régimen
político, solo hubo un cambio de política del régimen”. Tal fue así que el
fenómeno del franquismo vinculado al
sector más reaccionario y conservador de la Iglesia católica apostólica y
romana nos ha regalado en la España actual esta triste realidad política y
económica que vivimos. No es casualidad y si una herencia y una circunstancia
del llamado franquismo sociológico que hoy por hoy España este en todo lo bueno,
socialmente hablando, a la cola de Europa, eso se lo debemos a la transición. ¿Se imaginan una nueva Cuba
con el fantasma del Pwrmitirr fidelismo?
El caso es que después de la muerte del “caudillo” la reforma
del la ley para el cambio político de la monarquía fue votada por los mismos
franquistas. ¿De hoy para mañana de volvieron demócratas? No claro que no. Lo
que paso fue que al ser morir Carrero Blanco (el sucesor de Franco) en un
atentado de ETA y muerto Franco, se
avecinaba un lógico cambio de ciclo. Ese cambio o ese proceso transitorio en
nada perjudico a los franquistas ni a sus esbirros, políticos conservadores de
ultraderecha, torturadores, falangistas y la mismísima iglesia católica. Ellos
permitieron el “cambio” o la “transición”!!Por
que salían ganando¡¡. Les beneficiaba el “cambalache”. Ellos siguieron rigiendo los destinos de la madre patria. Los franquistas, unos
legalmente y otros ejerciendo como grupos de presión tras bambalinas, siguieron
al dirigiendo la economía, la pilitica, las leyes y el ejército. ¿Es eso
transición?
No es casualidad que
países como Grecia, Portugal, España e Italia, tengan tantas cosas en
común y sean la cola del desarrollo y del bienestar social en Europa. Países
que han pasados largas y dolorosas dictaduras y poseen una alta influencia
eclesiástica en sus tradiciones sociales, son dos elementos que los distinguen.
Por ponerles un solo ejemplo sencillo, en estos países la masonería nunca ha
sido bien vista por la gran mayoría de la sociedad. Qué decir de la Masonería
española que ha sufrido tanto y ni siquiera ese dolor sido reconocido ni por el
gobierno ni por la sociedad, esa es una cuenta pendiente de los españoles. La
democracia española se ha demostrado que no es real, esta desactualizada,
beneficia solo a los más ricos y es la menos social de los países más avanzados
de la zona. Puede que me equivoque, pues no soy versado en el tema, pero no
cojamos como ejemplo de nuestro paso a la democracia a “transición española”. Yo
vivo en España he leído sobre la
transición, y vivo en sus consecuencias.
Una transición es un proceso socio-histórico largo, complejo
y lento. Un cambio de mentalidad general de una sociedad a otra. En Cuba 54
años de dictadura lejos de contribuir al cambio para bien ha trastornado y
perturbado para mal la mente de los cubanos, Las familias divididas, el
fanatismo fidelista (que cada vez son menos, pero si llegan a ser violentos y peligrosos), la
pobreza, la enajenación, la decepción y ahora la incitación a hacernos
negociantes eventuales como válvula de escape ha traído consecuencias muy negativas al cubano
que vive en la isla y sobre muchos de los que se van. Todos somos parte de esa
sociedad pos-moderna con su gran carga de pérdida de valores y materialismo.
Yo creo que los cubanos como consecuencia de todo lo que
tenemos detrás, estamos muy lejos de una mentalidad uniforme y consciente de esa
realidad que vivimos, que nos permita esa unidad social y de criterios que nos
prepare el futuro que nos merecemos por derecho propio. En armonía y juntos,
para construir una Cuba mejor. No podemos como se ha hecho en España firmar un pacto
de olvido sobre la época franquista, aunque no podemos vivir ese presente
lleno de odios ni rencores, pues odio solo traerá odio. Pero lo que no debemos es permitir que esos vinculados al fidelismo
se puedan sentir orgullosos del mal que han causado.
Una disidencia capaz y unida que busque el bien común, instituciones fraternales jugando su papel
moralizador en la sociedad y los cubanos todos construyendo nuestro futuro.
Pues mis amigos, nuestro día ya viene llegando, pero llegará cuando lo traigamos!!.
Tenemos elementos sobrados, ya sea humano
e intelectual para ello. No queremos politiquerías ventajistas ni pensadores de
butaca, queremos un cubano ajustado a la realidad y comprometido con el futuro
de su patria. Cubanos amantes de la tierra que los vio nacer que construyamos
todos una sociedad como dijo el apóstol “con todos y para el bien de todos”, y
el que no haya sufrido al ver a Cuba como está, que se quede fuera. “Los
artistas mienten para decir la verdad, más los políticos mienten para ocultarla”
Ciertamente vemos cada vez más muchos hombres y mujeres valientes y decididos a todo por
una Cuba mejor, les admiramos y reconocemos, arriesgándose y sufriendo en carne
propia lo “bello de la revolución cubana”. Desgraciadamente se necesitarán
mártires y lideres humildes para la nueva Cuba. A lo mejor no veremos el cambio, pero por amor a la patria!!,
regalémoselo a nuestros hijos y nietos.
Lo que para algunos
puede ser un punto de vista político, para mi es solo la opinión personal de un
cubano. Y esta es la mía.
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