IPH. Activos y Supernumerarios.
Masones en Grados y Jerarquías
de Cuba y el Mundo.
A quien pueda interesar.
Cuando fuimos convocados el
pasado mes de Septiembre de 2011 por el
IH. José Ramón González Díaz, Gran
Maestro de la Masonería en Cuba, para una reunión Urgente con los miembros del
Patronato Nacional del Asilo Masónico Llanso para comunicarme la decisión de su
parte de ceder la dirección del mismo al Supremo Consejo del Grado 33º para la República
de Cuba, nosotros aceptamos dicha responsabilidad, y solicite a los miembros
del Patronato y al Contador su colaboración y comencé mi gestión realizando un
profundo análisis del deplorable estado constructivo de las instalaciones, al
extremo que existía una notificación de la Dirección Municipal de la Vivienda
desde el año 2001 que declaraba INABITABLE- REPARABLE todos los pabellones de
la instalación.
Apoyado en la experiencia de más
de 20 años de trabajo en el asilo del GIG. Raúl Acosta 33º, actual Director,
organizamos una estrategia de trabajo que nos ayudara a rescatar de las ruinas
el Asilo Nacional Masónico Llanso, nos dirigimos a todas las instancias para
solicitar la necesaria ayuda, a las Oficinas de Atención a Organizaciones
Religiosas y Fraternales, Atención al Adulto Mayor del Ministerio de Salud
Pública, a las Logias de la Jurisdicción a través de un Decreto, a los masones
cubanos en el exterior y a los masones
del mundo.
Gracias a la ayuda que cada cual
pudo brindarnos en su momento comenzamos a trabajar y hemos podido lograr la
reparación capital de 2 pabellones (Giberga y Gran Logia) también reparamos el
Comedor General de la Instalación, se rescato el Parque para disfrute de los
ancianos, se repararon todas las casitas, se hiso un comedor y una barbería
nueva, se repararon los espacios por donde transitan los ancianos.
Se lograron beneficios que
mejoraron la calidad de vida de nuestros ancianos gracias a que muchos oídos
escucharon nuestra solicitud de ayuda y muchas manos nos hicieron llegar su
solidaridad.
Hoy nos encontramos haciendo una
reparación capital del Pabellón Chávez y después de muchos esfuerzos por terminar la obra, hoy
he tenido que tomar la decisión de detener la obra y mandar a los albañiles
para sus casa, pues no tenemos cemento, ni dinero para comprarlo, y ya no se a
quien dirigirme, a quien pedir ayuda.
Espero que pronto podamos
reiniciar las obras que aún quedan pendiente y para eso contamos con la ayuda
del Gran Arquitecto del Universo y la voluntad de los hombres.
Con Fraternal afecto,
Lázaro F. Cuesta Valdéz 33º
Soberano Gran Comendador
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