Quisiéramos tener suficientes elementos para
afirmar y confirmar por qué los historiadores cuando hablan de los orígenes y
primeros pasos de la Masonería especulativa, no toman muy en serio los aportes
que la masonería en tierras germanas ha
dado a la idea de lo que era y es hoy Masonería. ¿Se menosprecia? ¿O no le damos la debida atención? Tengamos en cuenta que los predecesores operativos
también en tierras alemanas dieron algo más que un granito de arena a la “idea de la construcción del templo”.
Una solida cultura en sentido general y un estado ya afianzado, el
trascendental aporte en el ámbito religioso de Lutero y los filósofos
posteriores nos hacen mirar hacia ese lado de Europa en este sentido. Las
peculiaridades y particulares de los principados germanos antes, ya estado
prusiano luego de 1717 nos hacen releer
la historia y lanzar nuestro punto de vista al respecto.
No cabe duda
que en el Reino Unido, con las masonerías escocesas e irlandesas y la francesa
de finales del XVII y principios del XVIII influyeron en la cultura del
imperio prusiano. Inglaterra ya consolidaba sus “logros” desde el punto de vista social, económico, político y
religioso, trayendo un espíritu de “tolerancia y un parlamento”. Francia nos
dotó de la “enciclopedia” dando muestras
de ser una de las sociedades más avanzadas de su tiempo. Tomaban el testigo y pensadores y oprimidos por el yugo monárquico
perfilaban ya una revolución, que aunque costaría muchas almas. Esa revolución nos daría el mas importante documento jurídico de su tiempo desde el punto de vista social la “Constitución de los derechos del hombre y
del ciudadano”. Esto trajo un gran cambio
de mentalidad donde la razón daría golpes mortales a la fe y las nuevas ideas al antiguo régimen. De igual manera el
Despotismo ilustrado y la filosofía clásica alemana también aportarían peso en
este Siglo de las luces
Lutero en Alemania
con sus protestas había dado un vuelco
al sentimiento religioso, la cristiandad
tomaría un nuevo camino con la reformas, a lo que contestó el catolicismo con
su contra-reforma. Nacía así el protestantismo.
Ya sentadas las bases masónicas en el día de
San Juan de 1717 en Londres en este
contexto global las corrientes de
pensamiento y acción vuelan rápidamente a toda Europa, Alemania no muy lejos,
recibe el eco de estas novedosas ideas y se adueña de ellas.
A toda prisa
toda una serie de ideas espirituales y místicas como las ordenes
rosacruces, alquímicas y filosóficas de
las más avanzadas y variopintas pululan por los círculos de la alta sociedad
germana en todas las tertulias en donde se debatían estas “nuevas ideas”. Tierra fértil también para los más exuberantes y pródigos
“maestros espirituales”, humanistas,
post-renacentistas, religiosos, monjes, ocultistas, espiritualistas, filósofos,
alquimistas, pensadores y hasta los más destacados charlatanes de toda índole
se hicieran sentir en tales circunstancias sociales. No debemos olvidar que la
llamada masonería especulativa también tuvo profundas y fuertes raíces en
tierras prusianas donde no pocos historiadores europeos ven el origen de los gremios
de canteros en Alemania. Aunque una idea una idea muy poco
sustentada. No obstante tomamos como referencia la trascendente reunión de canteros en Ratisbona
en 1459 donde se redactaron los Estatutos de la Asociación de Talladores de
Piedra y Albañiles. Un documento que contó posteriormente con el visto bueno del
emperador Maximiliano y de Carlos V. Los talleres
alemanes poseían la particularidad de un maestro al que sustituía un lector
u orador, a su vez poseían tres características que la hacían peculiar:
-
Sus
propios ordenamientos y leyes
-
Reglas
de comportamientos
-
Un
ritual interior
El masón y
poeta Goethe afirma en su obra Arte y
antigüedad de las comarcas del Rhin y del Mein:
“Tenían la ventaja de darse a conocer
unos a otros por medio de secretos signos y palabras. Si nos imaginamos una
innumerable masa humana organizada que ayuda al maestro en diferentes grados de
habilidad, con religioso entusiasmo y estricta obediencia a la ley moral,
comprenderemos como se conciben y
emprenden tan vastas obras y como se consiguen las no terminadas”, ¿Sería esta es una idea nueva o
importada?
La
trascendencia de lo sucedido en Ratisbona nos muestra como se fortalecieron los
lazos fraternales entre los distintos talleres. Acudieron a esta celebre reunión maestros de diez y
nueve provincias, instituyéndose una “Unión de canteros ya con carácter de Orden”. Se eligieron jueces
y un Maestro general que recayó en Jost
Dostzinger que era el maestro del
taller de la catedral de
Estrasburgo donde dejó claro su idea de la fraternidad:
“Todo cantero de esta cofradía debe
fraternizar si quiere usar de la obra pétrea en otra parte”.
Muchos
historiadores a posteriori han querido ver en este acontecimiento el comienzo de la verdadera masonería operativa, ya como una idea
organizada. Veían en ello similitudes entre las herramientas, diálogos, signos, toques y marchas de antaño
a las que tenemos hoy.
Lo que sí
está comprobado de manera oficial es la fundación en la ciudad de Hamburgo del primer taller, de corriente francesa con
fecha 7 de septiembre de 1737 (el mismo año del discurso de Ramsay). Un pequeño
local de un restaurante modesto cobijó a los primeros masones especulativos en
tierras alemanas. Carlos Sarry, los médicos Pedro Carpser y Pedro Styven y
Daniel Krafft eligen como venerable al
aristócrata Oberg y así comienza el largo y tortuoso camino de organizar la
masonería. Dos años más tarde este mismo
taller recibe el encargo de “iniciar”
en toda regla en una logia justa perfecta y reglar a un ilustre desconocido,
era nada más y nada menos que el heredero al trono Federico de Prusia.
El emperador masón Federico II ( 1712-1786 ) imagen Uned
Él mismo se
declara públicamente masón un año más tarde cuando afirma ser miembro de: “Una
infortunada sociedad a la que le depara la misma suerte que los templarios,
puede prometerse un asilo en la protección de S.M., me refiero a las masones,
que podrán poner su logia al amparo del trono y gozar de un sosiego que ninguna
persecución turbara”. De todos es sabida su amplia participación como masón,
como emperador, procuró un régimen de cierta tolerancia y amor al
conocimiento y las artes, como masón y como monarca fue modelo para su tiempo.
También es sabido su leyenda en torno a la fundación y constitución del grado
33 del REAA:. Lo cierto es que gracias a su clima de tolerancia pudo con toda
facilidad proliferar la masonería.
Como hemos
visto anteriormente las primeras logias eran de corriente francesa, una cultura
de moda en la época. Por consiguiente las ideas iluministas en sentido general
y la hipótesis de Michel Ramsay cuajaron pronto en la naciente clase masónica,
aristócratas, militares, músicos y una clase de amplia pensadores abrazaron con
cariño además la idea de un templarismo
masónico. Se habían fundado importantes centros masónicos como La logia palatina, “Los tres globos”, “Las
tres águilas blancas” y “El Sol” entre
algunas de las más importantes, Hubo
logias en las principales ciudades del imperio. Posteriormente hubo ciertas
persecuciones, que aunque no fueron contundentes y si perjudicaron la estabibilidad de la Orden.
En la
segunda mitad del siglo habían proliferado
“varias masonerías” y existían
un sin número de ritos y corrientes masónicas, ritos de los más curiosos y
extravagantes, todos daban una pompa y un aire extravagantes a las reuniones. Con
el mejor de los deseos se alejaron del verdadero objeto de esta. A tal punto de
debilitarla.
Téngase en
cuenta que solo en Berlín habían tres centros masónicos que funcionaban como
GG:. logias, Los Tres Globos, G:.L:.Masónica de Alemania y la G:.L:. Amistad
Royal York. Además existía la Real
G:.L:. Madre Los tres Globos y la G:.L:. Madre Nacional de los EE.
Prusianos y otras logias diseminadas por toda la geografía prusiana. La mayoría
de corriente francesa, otras las menos, de corriente inglesa y algunas
independientes. Distribuidas en una gran pluralidad de ritos y métodos.
Menciónese que la influencia de las doctrinas templarias, rosacruces,
ocultistas y místicas estaban claramente plasmadas en las características de
muchos Ritos.
Una gran
mayoría de los que seguía la corriente templaria abrazo lo que se conoce como
Estricta Observancia. Un deseo peculiar de la restauración de la Orden del
Temple en toda su magnitud, un viejo anhelo de los seguidores de los Estuardo
en Inglaterra. Esta Masonería templaria luego de su apogeo toco fondo. Charlatanes y falsos masones tomaron tanto auge entre las logias que llevaron a
tomar la lógica decisión de una necesaria Reforma.
Varios conventos para analizar sus errores y desvíos la llevaron a eliminar la
idea de una supuesta instauración de unos
supuestos predecesores templarios. Algo que quedó solo en la doctrina
espiritual, la idea de la fraternidad y una cristianización. Luego de un largo
y complejo proceso llegaron a lo que se conoce hoy como Rito Escocés
Rectificado. Todo este caos no fue óbice
para solicitaran ingreso en la Orden muchos de los principales personajes de la sociedad prusiana. En ese conglomerado
de ritos, reformas y masonerías se buscó
y se encontró el camino de la renovación
y la unificación que ha llegado hasta hoy. No obstante siglos posteriores
tendrían que saltar grandes obstáculos como dos guerras mundiales, el fascismo
y el comunismo en un solo siglo.
En el plano
social sería interminable la lista de masones que desde su posición política,
social o aristocrática ayudaron a introducir reformas sociales, políticas y
jurídicas en todo el imperio. Las ideas de la ilustración, de libertad,
igualdad y fraternidad habían calado hondo en las mentes más conspicuas e
influyentes. No solo con Federico el Grande con su despotismo ilustrado,
novedoso para su época, sino que posteriores reyes y emperadores acataron ideas
propuestas por influyentes masones, de ahí sus logros de Reformas a favor de la tolerancia en toda su concepción, por
ejemplo contra los tormentos que sufrían los reos, se trato de abolir la
servidumbre feudal, se dotaron se ciertos derechos políticos a los campesinos
ya como ciudadanos, etc. Se amplió la libertad de comercio, se instituyó la
igualdad social entre judíos y cristianos y en contraprestación se abolieron
algunas órdenes religiosas. Estas
novedades llegaron de la idea y la acción de muchos masones
Punto y aparte
debemos mencionar algunos de los más conspicuos personajes que ocuparon plaza
en templos masónicos.
El filosofo Teofilo E. Lessing, fue iniciado
en la logia de Hamburgo “Las tres Rosas” en 4 de octubre de 1771 todo su
pensamiento masónico gira en torno a su obra “Ernest y Folk, Diálogos para
masones”.
Otro
filosofo Juan Godofredo Herder, se inicio en la logia “La espada” de Riga. Su
quehacer masónico fue escaso pero su pensamiento fue compartido por los masones
y las mentes más preclaras de su tiempo.
Juan Teofilo
Fichte, su obra filosófica enmarcada en la llamada filosofía clásica alemana
fue concluyente, así como su pensamiento masónico. Fue miembro de la logia
berlinesa de Royal York “La Amistad”
.
Goethe (1749-1832 ) imagen gentedigital
Wolfang
Goethe, uno de los científicos y hombres de letra más influyente de su época,
su obra intelectual masónica fue
relevante, no así su trabajo logial. Se inició en la logia “Amalia” el 24 de
junio de 1780.
La entrada a estos grandes filósofos a los
talleres especulativos hizo que esta masonería se decantara por ser más
filosófica e intelectual.
Hemos
querido aportar solo algunas ideas en sentido general al tema de la masonería en tierras germanas,
las particularidades de la historia se las dejamos al sagaz lector.
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