lunes, 3 de febrero de 2014

Masones Canarios del siglo XIX (VII)

                                 
Elías Zerolo, esposa e hijos
imagen  del interesante trabajo "Don Elías Zerolo, el intelectual puro", Marcos Guimerá

        
Continuando con nuestra búsqueda de datos y elementos históricos de la Masonería y los masones de trascendencia social en la sociedad canaria de mediados y finales del XIX y principios del XX nos encontramos con dos intelectuales isleños que también ocuparon plazas en los templos de la Orden. Nos referiremos en primer término a  Elías Zerolo y Herrera y en segundo lugar a Francisco María Pinto, personajes destacados de la época, y masones. El segundo lo dejaremos para otra oportunidad.
Nace nuestro hermano en Lanzarote, el 6 de abril de 1848 hijo de Santos Zerolo y Micaela Herrera, Bautizado al día siguiente en la Parroquia de San Gines como lías Dionisio de los Dolores. Hacia 1869 su familia se traslada a Tenerife y fijan su residencia en la capital santacrucera donde comienza sus primeros estudios destacándose como excelente estudiante y muy aplicado a las letras. En 1879 se casa con la señorita Armenia Castro Febles con la cual fortalece su personalidad madurando su carácter y pensamiento, esta  le dará dos hijos.
Siempre dedicado a la lectura y a los estudios académicos se destaca rápidamente como periodista, ensayista y poeta, pero su gran pasión parece ser la lengua castellana, A su estudio lexicológico dedico gran parte de su vida. Ya siendo un intelectual de cierta forma conocido en la sociedad canaria reúne un grupo de intelectuales interesados por su entorno político-social y fundan el día 19 de mayo de 1869 en su propia casa de la calle Flores n.1 el “Gabinete Instructivo”. Una especie de sociedad político cultural cuya preocupación en sentido general era en mudo que les rodeaba. Poesía, literatura, ciencias, políticas, geografía, republicanismo, historia y todo cuando pudiera ayudar a elevar la conciencia cultural de su pueblo se publico en los números de la revista. En sus páginas y debates se destaco como defensor de las ideas republicanas y el llamado “socialismo utópico”, y su baluarte además fue la defensa de la clase obrera frente a los abusos de la patronal.
De sus ya forjadas ideas ponemos un ejemplo publicado en el primer número de la revista:
“...poderosa es la influencia del periodismo político en las naciones donde la opinión se difunde libremente, discurre, aconseja y hasta marca a los grandes estadistas la línea de conducta que deben seguir. No es menos importante el no político, y aún lo consideramos indispensable auxiliar. Los pueblos serán tanto más fáciles de gobernar cuanto más ilustrados sean”.
 En dicha publicación colaboraron muchos de los intelectuales más destacados de la época como Juan Maffiotte La Roche y los masones Francisco Pi y Margall, Miguel Villalba Hervás y su íntimo amigo  y también masón Patricio Estébanez Murphy. En 1871 hace con su familia un periplo por la península y varias ciudades de América del sur, forjando sus dotes de intelectual republicano y elevando su nivel cultural en todos los sentidos, colaborando con infinidad de periódicos, revistas y folletos de carácter literario, político y científico. En 1876 regresa y funda la Revista Canarias, otro importantísimo órgano de difusión del pensamiento más ilustrado y avanzado de la época. De sus ideas sale a la luz el primer número de esta revista de fecha 8 de diciembre de 1878. Al decir de Javier Medina, la publicación cultural más importante de su época
La situación política imperante en las islas se le hacía ya más que compleja dada su marcado republicanismo y le defensa de los derechos de la clase trabajadora teniendo que exiliarse en Francia hacia 1882 de la cual ya jamás volvería y donde logra  mostrar sus mejores dotes de escritor. Aquí publica entre otras obras, “Lecturas infantiles”, “Una novela de costumbres parisinas”, “Historia de la Máquina de vapor, inventores y precursores”, “La lengua, la academia y los académicos, y  el primer volumen del “Diccionario enciclopédico de la lengua castellana”(1895) con otros destacados escritores y dos años más tarde una especie de continuación titulada “Diccionario de la lengua castellana extractado del diccionario de la lengua”. Su obra literaria e intelectual así como su pensamiento republicano y socialista estuvo siempre marcada por sus ideas a favor del asociacionismo  una corriente ideológica en la cual veía el progreso humano y el desarrollo social, que  siempre enmarcado en sus escritos e ideas. Fue un miembros destacado de la Academia  de la Lengua Castellana
Ya en el exilio su amigo y hermano masón Patricio Estébanez continua su obra en una revista titulada la Ilustración de Canarias que siguió fielmente sus postulados y principios sociales.
Fue a su vez un masón laborioso y destacado pero sus constantes obligaciones le hicieron cambar de logia un par de veces. Podemos decir que su desarrollo masónico fue a la par de su intelecto. En un viaje a Gran Canaria se inicia en la logia “Afortunada”36, y posteriormente como miembro de la tinerfeña “Teide” 53  con el nombre simbólico de Arrecife donde llega a ocupar cargos destacados como secretario del taller, pero  ya en Tenerife en abril de 1877 se afilia la logia “Nueva Era” 93 de la Laguna y un año después (18878-79)  llega a ser electo Venerable Maestro del taller debido a su marcada reputación como ciudadano y como masón, de la cual recibió  el visto bueno de masones de la Argentina donde se relacionó como varios masones, en esta logia Capitular llego a alcanzar el 30º (Grado 30) también en el Gran Oriente para la Argentina.
Siempre preocupado y dedicado a la defensa del castellano y de la lexicología, expresaba:
“... La desaparición del lenguaje peculiar de cada nación, seria consecuencia precisa de la desaparición de las nacionalidades, porque la decadencia y la corrupción de esta entraña forzosamente la decadencia y la corrupción de aquel. Unidos los idiomas íntimamente a la sociedad política, crecen, invaden, mueren, a medida que esta crece, invade y muere. Procurar por lo tanto que cada idioma conserve su carácter distintivo y su fisionomía especial y que se difunda por extranjeras naciones, es procurar tener un instrumento de dominación  e incorrectamente trabajar por la grandeza de la patria”.
También aseguraba que nuestra lengua castellana es:”Lazo fraternal de unión entre los pueblos que lo tienen en común”.
Además fue un amante de su tierra canaria a la que defendió también en el idioma,  gracias a sus esfuerzos, aunque no los pudo ver realizados, la palabra Gofio (un tipo de harina tostada muy peculiar usada en las islas canarias y que ha sido sustento histórico de muchas generaciones)  desde 1925 está en el diccionario de la lengua española.
Hombre puro, intelectual destacado, republicano activo y masón, es una de las figuras más destacadas de las letras canarias de su tiempo y como otros tantos es poca conocida su labor a favor del idioma, el progreso humano y el mejoramiento de la sociedad. Nunca pudo regresar de su tedioso exilio, murió en parís en domingo 1 de julio de 1900. Para sus contemporáneos solo dejo una estela de admiración, su obra en la actualidad debe ser más estudiada para honra de su tierra canaria. Una calle en la municipalidad de la Laguna lleva su nombre.

PD. Agradezco alguna imagen me puedan enviar. 



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