
Busto de Sócrates en el museo Capitolino
Para muchos cubanos
este subtitulo es algo conocido, pues para todos nosotros es sabido que el
presbítero Feliz Varela, fue desde una
óptica cubanista y analizado en el contexto histórico del siglo XVIII realmente,
quien nos enseño en pensar.
Pero en este corto
pero sentido texto vamos a hacer una referencia a un trascendental pensador, a un verdadero
precursor. Un hombre que va más allá de los conceptos de filósofo, redentor, guía
o Maestro. En realidad dada su antigüedad y trascendencia, lo que aportó a sentar las
bases de lo que es el pensamiento humano y a la filosofía es lo que le hace
grande. Un hombre que no tiene parangón en su sentido humanista, maestro de
generaciones, mentor y consejero, es sencilla y llanamente trascendente.
Vamos a
retrotraernos varios siglos atrás, cuando en la filosofía clásica griega (junto
a su discípulo Platón y el discípulo de este Aristóteles) y sus aportes a la
humanidad comenzaban a sonar los primeros nombres y a dar sus primeros frutos. Cuando
Tales, Anaximandro, Democrito, Arquímedes y otros de
su talla resaltaban, Sócrates sentaba cátedra en cuanto a como debía pensar el ser humano y la trascendencia de sus
actos en su contexto social y personal como ente social. El hablaba y se acercaba a la gente.
Sócrates (470-399 a.C.) nació en Atenas, la cual era de las ciudades más importantes
del mundo antiguo, artistas, pensadores, legisladores y políticos ya resaltaban.
Su maestro o quien le dio las primeras enseñanzas sobre física y moral fue
Arquelao, decantándose por esta última y en todas sus manifestaciones. No le preocupaba la ciencia, sino el hombre.
Sócrates era hijo
de un tallista llamado Sofronisco, el
cual le enseño el arte de la escultura, y una partera llamada Fainarate. Se caso con Jantipa de la cual se
dice mantenía pésimas relaciones, aunque su fiel discípulo Platón no lo
menciona. Tuvo con ella varios hijos.
Dícese que ya de muy joven daba muestras de un gran talento para el
razonamiento. Las largas conversaciones destacaban su facilidad de palabra y su
suspicaz ironía con que adornaba sus especulaciones y amplios diálogos con todo
el que conocía. Sócrates como gran precursor fue un indignado y un inconforme
de su tiempo, pues cuestionó en gran medida toda la sociedad ateniense en su
conjunto. Así como la actitud de los hombres en su entorno. Le molestaba sobre
todo la ignorancia popular y la falsa sabiduría de los políticos y los llamados
sabios.
Era peculiar y singular
en toda su magnitud, locuaz orador,
magnifico maestro y agudo interlocutor, y sobre todo, maestro de los jóvenes, a los cuales les prevenía a través
del conocimiento, la lógica y el razonamiento de futuros fracasos. Lo peculiar
de este sagaz educador era que
contrastaba su palabra con su imagen, pues era un hombre desaliñado y
ridículamente feo. E ahí algo verdaderamente distintivo de su personalidad, pues su palabra traspasaba su lamentable
imagen.
La verdadera
belleza esta en nuestros actos y pensamientos, en nuestro interior y lo que
esta trasmite. En este sentido fue el genial maestro una preciosidad.
Se cuenta que en
una oportunidad fue preguntado el Oráculo de Delfos, si había alguien en Grecia
más sabio que el, afirmando que no. De ahí sus dudas y las vacilaciones en
torno a la sabiduría de los políticos, artistas y sabios de su tiempo, pero por
sobre todo cuestionaba su propia sabiduría. No escribió libros ni tratados,
todas sus enseñanzas y reflexiones eran orales, probablemente para que quedaran
grabadas en la mente de los hombres.
Lo más
trascendental en las enseñanzas ya el método
socrático era que más que hablar enseñando preguntaba, llevando al interlocutor mediante preguntas y respuestas a la verdadera realidad de sus
puntos de vista, que en la mayoría de los casos les llevó a aceptar sus errores
e ignorancia. Este método es hoy llamado mayéutica,
que aunque poco usado si muy efectivo.
El gran problema del
genial profesor era que ni antes ni ahora la sociedad ha estado ni esta
preparada para cuestionarse sus errores e ignorancias. Mostrar la luz por medio
de la razón y el conocimiento ha sido siempre motivo de persecuciones, pues los
poderes temporales se aprovechan de nuestra ignorancia para manipularnos y conducirnos a su antojo a la oscuridad y la
esclavitud. Se le atribuye la lapidaria frase, símbolo de la auto-evaluación: Solo se, que no se nada. Aquí desde nuestro
punto de vista, nos cuestionamos, por que
y para que somos masones.
Fueron por sus
palabras y hechos recogidas por su amigo
Jenofonte y su fiel discípulo Platón. En sus diálogos los términos Justicia, Virtud, Bien y Amor toman una
dimensión más que personal como forma de alcanzar una vida ejemplar y digna.
Influyó preponderántemente en pensadores y fundadores de escuelas filosóficas
como de su tiempo Platón, en Antistenes en la escuela cínica,
Aristipos y la escuela cirenaica, en las enseñanzas de Aristóteles entre otros muchos
pensadores y precursores filosóficos de su tiempo hasta la actualidad.
Aristóteles de
quien pudiera decirse fue el primer y verdadero
gran filósofo, discípulo de su discípulo
expresó en su obra Metafísica:
“…Dos cosas hay que
atribuirle con justicia a Sócrates, por un lado el argumento inductivo y por otro, la definición general”.
Fue a nuestro entender, por su sencillo y a la
vez profundo mensaje, su apostolado y la trascendencia de su misión un
referente obligado a la hora cuestionarnos nuestra existencia, nuestros pensamientos, nuestros actos y manifestaciones como personas en el sentido mas
amplio de la palabra. Tanto como ciudadanos, como padres, como trabajadores,
como esposos, hermanos (HH:.) e hijos. Hoy en día en este mundo postmoderno,
donde la sociedad lejos de avanzar retrocede en el fango de la pérdida de
valores y la mediocridad, donde preguntas de cómo y por que, de lo que vemos y
oímos nos incitan a darle respuestas nos
llevan a la reflexión socrática. La pobreza, el materialismo y la falta de amor
y fe nos deben llevar a cuestionarnos tal cual Sócrates, lo que nos rodea y si
hacemos lo correcto. De todas maneras mi querido amigo, mirarse por dentro no
cuesta nada.
Por sus ideas y
cuestionamientos, a la edad de 70 años, fue juzgado y condenado a beber cicuta
por corromper a la juventud y por ateo. Murió aceptando su papel y sin miedo a
la muerte. Todavía hoy a más de 2400 años muchos valoran sus enseñanzas, aunque
como yo, pocos la pongan en práctica, motivo ideal para aceptarle. Una vez más
es momento para demostrar nuestra indignación por lo que sucede a nuestro alrededor
como lo hizo él en su momento.
Hoy cuando al mirar
a nuestro alrededor nos aleja del optimismo, pues la dura realidad es más que
gris, no debemos mirar al otro lado y si
levantarnos de nuestra cómoda silla. Primero mirarnos por dentro, hacer examen de conciencia y recordar al gran
maestro, a aquel feo personaje mal vestido que solo mostraba el camino, nos
guiaba a la puerta entreabierta con humildad y la sencillez, mostrándonos la
forma y manera de entrar en ella y que las virtudes son claves para la evolución
social y personal del individuo.
En Sócrates estudiamos a cabalidad no solo su método y
sus enseñanzas dialogadas, las respuestas a preguntas, estudiamos en realidad y
en toda su magnitud personal e individual, al Hombre. Aquí recordamos al pedagogo cubano José de la Luz y Caballero cuando expresa:
“…Educar puede
cualquiera, enseñar solo quien sea un evangelio vivo”. Sócrates fue uno de
estos.
Estas son algunas de las frases que se le atribuyen:
“Habla para que yo te
conozca”.
“Los jóvenes de hoy en
día son unos tiranos, Contradicen a sus padres, devoran su comida y le faltan
el respeto a sus maestros”.
“Desciende a las
profundidades de ti mismo. Logra ver tu alma buena. La felicidad la hace uno
mismo con la buena conducta”.
“Solo es útil el
conocimiento que nos hace mejores”.
“El orgullo divide a
los hombres, la humildad los une”.
“La verdadera
sabiduría esta en reconocer nuestra propia ignorancia”.
También se le atribuye
este sencillo pero interesante dialogo:
Cuando le vino alguien
a comentar algo sobre un amigo, este replico primero.
Antes de comentármelo,
quisiera que pases lo que yo llamo el triple filtro.
Primero: el de la Verdad. ¿Lo que vas a
comentarme es cierto?... me acabo de enterar. O sea que no sabes si es cierto o
no.
Segundo el de la Bondad.¿ Lo que vas a
comentarme sobre mi amigo es bueno? Todo lo contrario. O sea que lo que vas a
contarme no sabes si es cierto y no es bueno. No obstante vamos al otro filtro.
Tercero: el de la
utilidad. ¿Me va a ser útil? No mucho.
De modo que no sabes
si es cierto, no es bueno y no me será de utilidad.
Para que contármelo.
Que tengas un buen día
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