lunes, 19 de septiembre de 2011

Silvio y Pablo, Pablo y Silvio

Aqui en sus primeros años

   Cuando muchos cubanos, muchos latinoamericanos y también muchos españoles oyen hablar de Pablito o de Silvio, nos atenemos más que nada a los dos cantautores más relevantes de Cuba de las últimas décadas. Hoy más que nunca esos nombres van más allá de las  simples y más o menos elaboradas melodías que muchos tarareaban y tararean.
   Todavía fresco en mi mente aquellos finales de la década de los 80 cuando los dos fundadores de ese movimiento cultural cubano conocido por Nueva Trova eran las grandes estrellas de la mayoría de los jóvenes que temían al diversionismo ideológico (aquella  aversión de las cosas de enemigo norteamericano) ya sea ropa, revistas, películas, música y todo aquello que producía el imperialismo que podía desviarnos del marxismo y que en muchos casos era constitutivo de delito. Recuerdo que si en la escuela te veían con una revista norteamericana de música por ejemplo, eras algo relevante para algunos pero despreciable para otros. Esa fue la época en que daba  mis primeros pasos como rockero aficionado al rock sinfónico y al hard rock y en el que para los muchos militantes de la UJC por esa época ( hoy son muchos menos ) y sus  seguidores, Pablo y Silvio eran las estrellas que nunca tuvimos, como dice Varela, nosotros no teníamos a Superman pero teníamos a Elpidio Valdez, los cubanos y los latinos amantes de justicia y libertad, “no queríamos a las estrellas” como Rod Stewart  o los Rollings, !para que, si teníamos a Silvio y a Pablito¡ . Eso era lo que nos enseñaban en las escuelas. Con el tiempo vimos que era todo lo contrario.
Por esos tiempos sobre todo Silvio se destacó en grandes conciertos con su guitarra por Latinoamérica reivindicando “libertad y justicia”, era el poeta y el cantor de los desposeídos, Pablo por su parte era más cantante, más romantico y más universal.
Ambos se iniciaron en los años 60 seguramente oyendo a escondidas a Los Rollings  Stones, Los Beatlesles, Led Zeppelín etc. Medio Hippies, ambos fueron a parar por sus “desordenes sociales” a la UMAP, unos campos de trabajos forzados para aquellos que necesitaban “reformarse socialmente”.
   Inspirados en la música del enemigo comienzan a cantar sobre las inquietudes sociales  de su tiempo y crean junto a otros amigos el llamado Movimiento de la Nueva Trova, no puede negarse que aunque ambos comenzaron en el mismo camino, cada cual tomó sendas diferentes.
   Ambos con el tiempo se hicieron de un nombre a nivel nacional e internacional, premios y reconocimientos. Silvio se decanto con el tiempo más hacia la canción protesta y Pablo por la universalidad musical. Aunque no son de mi gusto ninguno de los dos, reconozco el talento de ambos y nunca olvido a “Yolanda”, ni  a Pablito con el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC ni a Silvio con Afro-cuba.
Hoy, luego de años de trabajo, aciertos y desaciertos, un nombre, algunos buenos resultados económicos  Silvio por un lado con su egocentrismo y carácter, mas hacia la política oficialista de Fidel, donde es un figurilla más y Pablo por el contrario últimamente y sobre todo en el extranjero desde hace algunos años ha osado criticar de forma personal y muy tímida los “ errores” cometidos por le revolución cubana, cuestión esta que ha ampliado y profundizado el abismo que les separaba desde hace ya tiempo.  Silvio es un connotado fidelista y Pablo con algo más que realismo, sin querer ha encendido una mecha. Por el momento ambos se han lanzado dardos envenenados que han abierto heridas que dudo puedan cerrarse.
Suponiendo que ambos trovadores hayan tenido más de una cosa en común como su arte y tantos años en el mismo bando, ¿puede el tiempo y la realidad separarlos tanto que no haya una posible reconciliación?
   Este es un suceso, un acontecimiento que el fidelismo ha taladrado en muchísimas familias cubanas, abismos entre amigos, familias y compañeros que solo la política puede abrir. Eso de las divisiones políticas e ideológicas no es solo de Cuba, no, solo que allí es más dramática por que engloba a la familia y valores que esta  cuestión ha cercenado. Lo que pasa hoy entre Pablo y Silvio, ha pasado y pasa, aunque cada vez menos, pero ya hoy, muchas personas se están dando cuenta de la realidad cubana y la están interpretando y despertando de se letargo que les ha sumido por décadas.
   Ya la indignación se  esta avivando y ante tanta ignominia el valor y la moral alzan su voz, hay vemos el caso de las dignas  Damas de Blanco. Por el momento y sobre el tema que no ocupa veremos como acaba esta historia.
   Es algo tan sencillo como la diversidad de ideas. El caso de que muchos cubanos no hemos sido educados en la tolerancia, claro, los primeros años de revolución fueron de total intolerancia, bien lo saben y no pueden olvidar los religiosos, músicos, homosexuales y muchos otros grupos sociales las persecuciones que tuvieron que sufrir por parte del oficialismo retrogrado e intransigente de los primeros años de re-involución. Eso es algo duro y triste que nos ha enseñado el Fidelismo, el hecho de no respetar la opinión de los demás aunque sean contrarias a las nuestras. Si no quiero o no deseo compartir la opinión de mi amigo, mi compañero o mi familia, por lo menos debo tener el pudor se respetársela. Eso en el seno de la sociedad cubana ese, “irrespeto a la opinión de los demás” que quiebra un derecho inalienable, solo ha creado entre amigos, compañeros y familias, rencores y odios. Por que no respetar la idea de los demás, si el ejerce solo el derecho a pensar y expresarse, y encima de todo, no me perjudica. Ese es el principal problema de los cubanos de hoy, el rencor y el odio que ha sembrado la re-involución entre cubanos.
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Silvio, Hoy
   Así una sociedad no puede estabilizarse de ninguna manera y forma, ni con una doctrina ni con otra.
   El caso de Pablo y Silvio, como tantos otros en la Isla, que manifiesta una falta de cultura por parte sobre todo del egocéntrico Silvio Rodríguez  que no se entera de que la postura que a ambos hoy separa , fueron un día amigos, colegas y cofrades de una misma ideología, ah!! Los años 70, la religión y la política!!!
Pablo, Hoy
   ¿Cuando los hombres, los cubanos, aprenderemos a amarnos y querernos por encima de las ideas? El sistema actual ha abierto profundas heridas, pero el tiempo lo puede todo. Un día no muy lejano Pitbull  cantará en su isla natal y vivirán en perfecta comunión liberales y conservadores, creyentes y ateos, Demócratas  y Socialistas en un solo ideal la fraternidad humana, aunque falte mucho ese día, al igual que Carlitos y yo, nos uniremos por que como dice Willy Chirino, ¡¡¡nuestro día ya viene llegando!!!
  Me parece, ¿que nunca fueron amigos del mismo bando? Llegará el día que habrá perdón, y Pablo y Silvio se darán la mano ¿Llegará?

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