sábado, 25 de agosto de 2012

Argentinos en José Martí


   Martí, el trascendente americanista, el apóstol de la independencia de Cuba, genio de la prosa y el verso,  delegado y literato prolífico, fue admirado por sus coterráneos. El único que pudo unir a los “viejos robles del 68 con los pinos nuevos del 95” en aras de la libertad. Tuvo a bien reconocer siempre a los demás por sus valores, ya sea por su letra o sus principios, pues “Honrar, Honra”.
   En tal sentido admiró y resaltó todo cuando bueno y bello veía o conocía. Para la América y los americanos todos fueron elogios, al igual que a su amada patria cubana. Vamos en este corto y breve espacio a resaltar su admiración por los patricios y  buenos argentinos, a algunos conoció y estrecho relaciones cercanas, a otros los admiró desde lejos como a las bellas y majestuosas montañas suramericanas.
   Conoció a hombres de la talla de  Roque Sáenz Peña, Miguel Tedín, Vicente G. Quesada, Carlos Carranza, Manuel Quintana, Carlos Aldao y al hijo de Bartolomé Mitre, en los tiempos que dirigía el periódico La Nación. Particular admiración sentía por los ilustres José de San Martín, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Manuel Belgrano, Justo José Urquiza y hasta el poeta Víctor Olegario. Haremos mención a algunos escritos suyos donde hace patente tales elogios y enaltecimientos.
José Martí trabajo como corresponsal para el diario La Nación, de Buenos Aires, en Nueva York desde septiembre de 1882 hasta mayo de 1891 e  igualmente fungió como Cónsul de la republica Argentina desde 1890 hasta octubre de 18891 a lo que renuncia dignamente para unirse a la causa independentista y libertaria de su patria .
   Siempre mencionamos y recomendamos la obra del apóstol como lectura obligada por niños y para la reflexión de los mayores por su profunda vigencia.
   En primer lugar y por encima de todo debemos mencionar que muchos y elocuentes fueron sus escritos sobre José de San Martín, que por amplitud y admiración completa solo resumimos en esta frase que le describe y admira:
“…La patriarcal figura del hijo de Yapeyú, docto en mundo, tierno en familia, recio de mando, maestro en virtud difícil,  menos grande que desinteresado, José de San Martín, padre de América…”. Tal era su devoción por el libertador.
   Mitre y Sarmiento:
   En 1884 haciendo referencia a los funerales del ilustre Juan Carlos Gómez publicado en La América de Nueva York donde ambos hicieron uso de su verbo elocuente, expresó:
“…Con su palabra de grandes círculos  y atrevidas alas habló Mitre, habló Sarmiento con la suya, inquieta, audaz y misteriosa…”
   En 1889 en  carta a Miguel Tedín expresa:
“… acusar recibo del libro fundamental y admirable de La Historia de San Martín que ha escrito Mitre y yo pongo sin miedo junto a lo mejor que se ha publicado de historia en estos tiempos y por encima de lo que se ha publicado sobre la de América…”
  Este mismo año publica en El Partido Liberal, de México:
“… Sarmiento sentó a la mesa universal a su país, y lo puso a jugar con modelos de escuelas, de maquinas norteamericanas, de ferrocarriles. Mitre que había estado de joven en la tierra de los cóndores, se hizo como una familia de los pueblos de la humanidad, y contó sus orígenes y sus transformaciones, como cosa de familia…”
   En 1887 con motivo de la inauguración de la estatua de la libertad de   Nueva York, Martí publica una crónica en La Nación sobre lo allí acaecido, amplio artículo que pudo apreciar Sarmiento y expresar sobre la pluma del apóstol:
“…Deseo que llegue a Martí este homenaje de mi admiración por su talento descriptivo y su estilo de Goya…”, ese mismo año al respecto le escribe a su amigo entrañable Fermín Valdés Domínguez:
“…Aun te tengo que hablar. Olvidaba decirte que un hombre famoso de la América del Sur, Sarmiento, el verdadero fundador de la república Argentina y hombre de reputación europea, sobre ser innovador pujante, acaba de escribir sobre mi…”. Posteriormente a su amigo Mercado le comenta:
“…en paquete separado le mando una carta que acaba de publicar sobre mi  en Buenos Aires el glorioso y anciano ex presidente  Sarmiento…”
   En uno de sus cuadernos de apuntes sin fechar señala:
“…hay una vida de Lincoln, publicada en 1866 por Sarmiento. Hay en el una mezcla singular se sobriedad clásica, de corrección castiza, y de          impureza galicana- se ve el hombre hecho a grandes lecturas, y capas de honrados pensamientos.  Mas tarde reitera: “…Tiene el instinto de la buena lengua .Pero lo tiene a pesar suyo, aunque en el fondo esta contento de él, y hace flamante gala de no cultivarlo…”
   Una vez más en un artículo para El Partido Liberal llamado “Tipos y costumbres bonaerenses”  hace gala nuevamente de su admiración por el país del tango y sus patriotas.
   En otra oportunidad  en el mismo diario vuelve a mencionar la obra cumbre de Sarmiento cuando al referirse a otro asunto expresa:
“… Ni de galos ni de celtas tenemos que hacer en nuestra América, sino con criollos y con indios, lo que Sarmiento hizo en la Argentina, con su libro fundador, su famoso Civilización y Barbarie”…. “es necesario conocernos para gobernarnos”
   Roque Sáenz Peña (1831- 1914, Político y diplomático)
   En 1890 en un artículo en La Nación  hace referencia a una frase de Roque “…que es un estandarte, y allí fue una barrera: “Sea la América para la humanidad - todos, como agradecidos, se pudieron en pie, comprendieron lo que no se decía, y le tendieron las manos”
      En carta fechada en abril del mismo año le expresa:
“recio su carta, y no necesito  decirle que sentí muy de veras no haber tenido ocasión de saludarlo en su visita demasiado rápida. Pero usted volverá en días de más sol, y repararé el tiempo perdido- De ningún modo desmayo en el pensamiento de poner en claro, con toda la viveza que usted y yo lo sentimos, el problema de nuestra América”
En carta a su amigo José Ignacio Rodríguez, Martí afirma:
·…debiera darme vergüenza escribir para dar una molestia a quien se toma tantas por servir a los demás…”
Roque Peña  fue presidente en 1910 y en la década de 1890 era ministro de relaciones exteriores en los tiempo en que Martí era Cónsul de su país, ambos sintieron admiración mutua.
Sobre Manuel Belgrano (militar y político, creador de la bandera Argentina)
   En 1884 cuando el apóstol  todavía templaba su pluma publicó en La América, refiriendo  a el expresa:
“…Manuel Belgrano con hazañas y humildades, sacaba  la cabeza por encima de los héroes griegos…”
   En unos apuntes hace esta  referencia:
“…con todo, la generosa raza africana, sea como elemento servil, sea como fuerza de combate, se incorporó primeramente a la vida de trabajo de los blancos, y mas tarde, con el titulo de libertos, fue el nervio de la infantería de los ejércitos de la  independencia que con Belgrano y San Martín marcharon el Alto Perú…”
   No podemos olvidar en este sentido la nota del diario La Nación de 7 de diciembre del 52, donde se dice que un día antes se había sacado tierra del lugar donde nació y murió Belgrano para ponerlas en el lugar donde se plantaría un árbol por el centenario del apóstol en 1953.
Para no hacer tan extenso el artículo solo hemos hechos referencias a algunas de las más importantes, por no ser las únicas, donde no obstante se nota la admiración por Argentina y sus contemporáneos más trascendentes, o los mas cercanos. No obstante recomendamos leer la extensa literatura martiana sobre el tema para los más interesados.