sábado, 9 de junio de 2012

España hoy


No sé si es arriesgado adentrarme en el laberinto de la realidad española, pero aunque extranjero, disfruto, aporto y sufro lo mismo que la inmensa mayoría de los españoles. Amén de que ejerzo el derecho constitucional a la libertad de expresión, cosa limitada en mi país.

Hace unos días, leyendo el interesante texto “Hay alternativas”, muy esclarecedor y explicativo sobre la realidad española, he entendido  muchos elementos que podrían aclarar el por qué de lo que sucede hoy.

Debemos indicar que no somos economistas, ni politólogos como los escritores del texto mencionado, somos ciudadanos sencillos que como otros muchos indignados por la situación que vivimos no alcanzamos ver la luz del túnel porque son otros quienes nos la tapan.

No somos, aunque miremos hacia ese lado, ni de izquierdas, ni de derechas, ni aún de vanguardias (como diría un H:.) somos en todo caso  miembros de la Orden de la “escuadra y el compás, y eso desde mi punto de vista, es suficiente.

Hago un poco de historia: el siglo XX en España comienza muy mal. Arrastra el eco de la efímera primera República y las pérdidas dolorosas de las colonias de Puerto Rico, Filipinas y la Perla del Caribe, Cuba. Un rey casi impuesto, cuatro presidentes en once meses y el fantasma de la iglesia comiéndoles los talones, significa para España un comienzo desastroso para un siglo que prometía mucho.

Si sumamos el desastre del rey Alfonso XIII y la dictadura, blanda pero dictadura de Primo de Rivera, todos los pasos estaban lastrados también por la cruz católica.

La II República española nace el 14 de abril de 1931 pero Añaza y compañía, pese a sus buenas intenciones y trágicos errores no lograron la estabilidad de una nación que tras una feroz Guerra Civil inicia el periodo franquista, cuya influencia todavía hoy podría decirse sufren los españoles.

La ecuación franquismo e iglesia refleja en gran medida la forma de actuar y pensar que caracteriza a la sociedad de este país.

Tras la agonía y muerte de Franco, las condiciones internas y externas de España favorecen los cambios. Se impone un Rey que comienza su reinado con la frase: “En la emoción en el recuerdo a Franco, viva el Rey” y “España en libertad.”

Vamos ahora a detenernos en un hecho que a nuestro entender es crucial para la realidad actual.

Congreso de los diputados, 18 de noviembre 1976, Juan Carlos I reina, y gobierna Adolfo Suarez. Se quiere votar un Proyecto de Ley de Reforma Política. ¿Quiénes votarán?, ¿los mismos franquistas? Pues sí, ¿cómo  y por qué los franquistas votarían un Proyecto de Ley que, supuestamente, iba a desbaratar sus viejas y anticuadas estructuras?

 Porque en la práctica no serían los más perjudicados. Téngase en cuenta que los crímenes del franquismo nunca fueron juzgados, motivo que todavía hoy no resulta convincente para algunos. Todo esto quedó en “¿la memoria histórica?” Ley que se aprueba con 425 votos a favor, 59 en contra y 13 abstenciones. En este sentido, entiendo que solo una cuestión política y de conveniencia explica que los franquistas abandonaran el franquismo.

Esto me hace pensar que el conservadurismo político y el fanatismo religioso conduce al pueblo a la ignorancia y la ignominia para hacerlo más ignorante y manipulable. “Fiestas, tradiciones y vino que de la crisis salimos” parecen decir los responsables que la han causado mientras se busca cada vez más medidas con las que estrangular a la ciudadanía que  siempre, siempre, termina por pagar los platos rotos.

El caso es que tanto las instituciones como el gobierno no hacen cuanto deben y pueden por salir de este atolladero. El estado no recauda lo que debe, sobre todos a las afortunadas grandes fortunas y empresarios que dicho sea de paso los que mejor son tratados en la UE.

Un asunto relevante y digno de destacar es que el estado español solo ingresa al PIB el 32%, una cifra baja si la comparamos con nuestros vecinos. Conjuntamente con las amplias desigualdades sociales que esto implica, evidentemente, solo amplia la brecha entre ricos y pobres principalmente en sectores como la educación y la salud, pilares fundamentales del llamado “estado de bienestar” a los que tanta referencia se hace. Y no nos vengan con la historia de que se ha vivido por  encima de nuestras posibilidades, comparto la idea de que hemos vivido por debajo de nuestras necesidades. Este “estado de bienestar” es la principal obligación y deber de las instituciones y sobre todo el estado, El conservadurismo social y ético y el legado franquista en la economía solo nos aleja de ese nivel social añorado, sobre todo por la clase obrera.

Una clara y evidente mera conclusión a lo antes expuesto, es lo que se recoge en las encuestas sobre lo que piensan los españoles y sus preocupaciones que son un fiel reflejo del trabajo de los políticos, legisladores y banqueros, por orden son:

El paro: debido a la mala administración política y económica.

La economía: mala gestión de banqueros y políticos.

Los políticos: su incompetente capacidad y su demagogia llega a los votantes el gran medida. Pero la más mala nota se la llevan los jueces y funcionarios de hacienda, los primeros son responsables de una justicia injusta, lenta e ineficaz, que sus demasiados enramados solo llevan a un camino sin fin, los segundos de la excesiva burocracia.

Ahora se pretenden reformas que hasta “el breve” apoya y que solo limitan derechos a los trabajadores para beneficiar a los ricos empresarios, ¿como ayudar a los bancos como premio a su mala gestión y no se ayuda a los deshausiados? 
Puede que a largo plazo, aporten puestos de trabajo (no estoy seguro) pero de lo que si estoy seguro es que  van en detrimento de la dignidad de la clase trabajadora que como siempre cargan sobre sus hombros los errores de los “intocables”, esos banqueros y políticos que pagan su incapacidad e irresponsabilidad con astronómicas pensiones, y como dice Julio Iglesias, “la vida sigue igual”, continuamos haciendo cultura asesinando toros, tolerando leyes sin justicia, donde hay mas políticos que médicos por habitante y donde los más ricos aportan más que los más pobres así seguimos bebiendo vino y comiendo paella.

Por suerte un grupo heterogéneo de personas “indignadas” se aglutinan dignamente en torno al 15-M dando muestras de vergüenza ciudadana. Esperemos se organicen mejor y sus ideas de indignidad por la realidad lleguen a buen puerto. Los admiro pero les recomiendo unidad y claridad ideológica.

A los responsables de las calamidades ajenas, tarde o temprano les llegará su hora, La ley Kármica domina nuestra existencia terrenal

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