Masones Canarios del siglo XIX ( V )

Nicolás Estévanez y Murphy

      Uno de los personajes de la más relevantes y trascendentes de la historia española. Nacido en canarias, de la cual siempre se sintió orgullosa y  defendió. Uno de los tantos olvidados y aunque  su nombre lleva alguna calle y alguna que otra institución docente si preguntamos en la calle por él, así como por otros tantos personajes canarios de la historia, casi desconocidos u olvidados. Este es otro de los puntos pendientes de la  sociedad canaria actual, reivindicar y honrar a sus próceres para vivir el presente.

      Nace en la isla de Gran Canaria (aunque pasó más tiempo en su casa de la Laguna en Tenerife) el 17 de febrero de 1838 se destaco como traductor, poeta, ideólogo, militar y republicano anti-monárquico.  Muchos le relacionan con la Masonería por sus estrechas relaciones con muchos importantes masones de su tiempo como Pi y Margal (presidente republicano), José Nakens, Salmerón, el general Prim y su hermano menor Patricio. Hijo del militar malagueño Francisco de Paula Estévanez e Isabel Murphy Meade de ascendencia irlandesa.

     Aunque de niño fue aficionado a las letras que luego retomaría de forma sería como traductor lo que le granjeó una gran cultura universal, optó en principio seguir los pasos de su padre en ingresa en la academia militar de Toledo en 1952 y cuatro años más tarde se gradúa, participando en varias acciones militares en la península. En 1859 alcanza en grado de alférez en posteriormente participa en varias campañas militares en África, Puerto Rico y Santo Domingo donde llega a capitán.

      El general Prim le comparte sus ideas revolucionarias en 1868 y toma parte activa en esta y en el movimiento federal de 1869, luego cae preso donde desplegó una activa actividad periodística de corte liberal y federalista, se dice que en 1871 es iniciado el alguna logia madrileña de lo cual todavía no hemos podido encontrar datos, lo que acentúa la tesis por sus estrechos vínculos con masones republicanos y liberales. Analizando sus ideas, pensamientos y acciones no entendemos la frase publicada en www.filosofia.org de que “abandonó los círculos masónicos, por no tener que tratar a príncipes y reyes”. En otra oportunidad trataremos de ahondar en el tema.

     Luego de la vuelta a la normalidad fue reinstalado como militar y designado a Puerto Rico donde conoce a la hermosa María Concepción Suarez Otero, se casa con ella con la que hace su vida y tienen dos hijos. Luego es reenviado Cuba donde por su valor, hidalguía y meritos militares alcanza el grado de comandante.  Este periodo de su vida le hace reflexionar sobre el colonialismo español y sus consecuencias a la población nativa con la que muchas veces se identifica. Continua su labor periodística en la Ilustración republicana federal  donde publica una serie de artículos titulados “glorias cubanas”, donde recuerda los decesos de Placido, Juan Clemente Zenea y José María Heredia, adalides de la poesía antillana del momento, donde empezaba a acentuarse el pensamiento criollo, germen del independentismo cubano. Su meritos militares no le viraron la cara a los abusos y excesos del ejército español en la contienda independentista cubana, ese mismo año de 1871 acontece uno de los más terribles episodios de la dominación colonial española en la grande antilla, el 27 de noviembre son fusilados 8 inocentes y todavía niños estudiantes de medicina por el irrisorio delito de “rayar la tumba” de un reaccionario periodista español, Gonzalo de Castañón, cosa que no llegaron a hacer. Pues pisoteando toda ética y sensibilidad humana, una veintena fueron sancionados a penas de prisión (entre ellos el masón Fermín Valdés Domínguez, cuya inocencia de todos reivindicaría más tarde) 8 fusilados cuya dignidad de él y su compañero Federico de Capdevila tratarían de impedir y al no poder se opusieron tajantemente. En su caso Nicolás cuentan testigos rompió su espada de honroso militar en protesta a tamaña injusticia. Tal indignación le hiso licenciarse del ejercito y fortalecer sus ideales de justicia y moral. Por sus honores militares obtiene la Cruz de san Fernando, honores que más tarde rehusaría.

     Los cubanos en el lugar del hecho desvelarían posteriormente una tarja en honor a la valentía e hidalguía del militar español. En Cuba una escuela perpetúa su nombre y el año pasado se presentó un libro sobre su vida.

Placa en la habana que perpetúa su honor

     Toma parte activa en los movimientos revolucionarios que desbancan a la monarquía e inicia la primera republica española que duraría pocos años, en 1872 forma parte del Partido Republicano Federal y es elegido diputado por Madrid, y a las Cortes Constituyentes por tres provincias optando por representar a su tierra, canarias, Luego es nombrado gobernador de Madrid en 1873 donde coloca un curioso letrero en su despacho, “no tengo ni destinos, ni dinero ni nada que dar”.

     Luego de rota la efímera república, tiene que emigrar forzosamente a Portugal, México, EE.UU. y Cuba (trataremos de buscar datos de esta estancia en la perla del Caribe) de donde también es expulsado por su manifiesto ideal anti-monárquico. Finalmente se establece en Paris, donde su labor de traductor le granjeó una amplia cultura general, política y filosófica. Allí en la editora de los hermanos Garnier traduce clásicos griegos como Aristóteles, Séneca y Cicerón entre otros y figuras relevantes de la ilustración francesa como a los masones Diderot y Montequieu. Nunca abandonó la política republicana y liberal junto a Salmerón, Pi y Margall y otros connotados liberales republicanos, siempre como diputado hasta ya entrado el siglo XX. Es nombrado ministro de gobierno en la presidencia de su amigo y hermano masón Pi y Margall, Toma parte actica en debates parlamentarios a favor de la república, donde secunda la idea de las autonomías cubana y canaria, fue además amigo de Secundino Delgado un connotado nacionalista canario vinculado además al anarquismo. Una página controvertida en su vida es que muchos afirman ayudó a Mateo Morral en su frustrado intento de atentado con explosivo a la vida del rey Alfonso XII, así y todo fue un hombre admirable por sus ideas y principios. No dejo de hacer periodismo desde el Imparcial  y publicando luego sus memorias.

    Llega a la vejes enfermo y pobre, pero digno, nunca abandonó sus ideales de justicia, pero si sus pagas de la Orden de san Fernando y la de ex ministro, se traslada a Francia y ya con más de setenta años colabora como enlace en lo que se conocería hoy como la Primera guerra mundial.

     Muere lejos de su patria, digno y poco recordado hoy, el 21 de agosto de 1914. No obstante estamos seguros que los hombres de buena voluntad e ideales progresistas le recuerdan y le admiran. Hoy forma parte con letras doradas de la historia de España y los patriotas nacidos en las bellas islas canarias.

                       Tomado de un interesante blog de internet