martes, 29 de octubre de 2013

En el descubrimiento de Cuba ( I )

                                                                    Sábado, 27 de octubre de 1492
                             “...Y antes de noche vieron tierra y estuvieron la noche al reparo y con mucha lluvia
                              hasta el sábado que anduvieron fasta del poner del sol 17 leguas al surudueste”



En el Diario de Abordo el navegante anotó el domingo 28 de octubre y Fray Bartolomé de las Casas traduce explicándolo en tercera persona:
“....entró por un río muy hermoso y muy sin peligro de bajas ni otros inconvenientes; y toda la costa anduvo
por allí era muy hondo y muy limpio hasta tierra: tenía la boca de río doce brazas, y bien ancha para barloventear. Surgió dentro dice que a tiro de lombarda. Dice el Almirante que nunca tan hermosa cosa vio, lleno de árboles, todo cercado el río, hermosos y verdes y diversos de los nuestros, con flores y con su fruto, cada uno a su manera. Aves muchas y pajaritos que cantaban muy dulcemente; había gran cantidad de palmas de otra manera que las de Guinea y de las nuestras, de una estatura mediana y los pies sin aquella camisa y las hojas muy grandes, con las cuales cobijan las casas; la tierra muy llana...”

                                             (Foto cortesía de Osvaldo Carballosa)
       Oleo de los pintores holguineros Cobiellas –padre e hijo-; obsequiada por la familia de Benjamín León al colegio de los Hnos.                 Maristas de Holguín en 1959, aun en la oficina del director del colegio que funciona en ese edificio.

“...Saltó el Almirante en la barca y fue a tierra, y llegó a dos casas que creyó ser de pescadores y que con temor se huyeron, en una de las cuales halló un perro que nunca ladró; y en ambas casas halló redes de hilo de palma y cordeles y anzuelo de cuerno y fisgas [arpones de varias puntas] de hueso y otros aparejos de pescar y muchos fuegos dentro, y creyó que en cada una casa se juntan muchas personas. Mandó que no se tocase en cosa de todo ello, y así se hizo. La hierba era grande como en el Andalucía por abril y mayo. Halló verdolagas muchas y bledos. Tornose a la barca y anduvo por el río arriba un buen rato, y dice que era un placer ver aquellas verduras y arboledas, y de las aves que no podía dejarlas para se volver; llena de buenos puertos y ríos hondos y la mar que nunca se debía de alzar porque la yerba de la playa llegaba hasta cuasi el agua y montañas muy hermosas aunque no son muy grandes en longuera…
Dice que aquella isla es la más hermosa que ojos hayan visto...”
Por muchísimo tiempo hubo la indecisión de situar el lugar exacto o aproximado por donde Cristóbal Colon desembarcó en la costa norte de la provincia oriental. Varios sitios fueron estudiados como posibles puntos de desembarco: Nuevitas, Manatí, Puerto Padre, Gibara, Bariay, Nipe y Antillas.
Tomaron buena nota de lo que el Almirante dejó escrito en su "diario" de ver y navegar cerca de varios ríos y en uno "de el vido buenas poblaciones de casas: llamó al río el río de Mares…". El martes 30 de octubre escribía que "toda aquella tierra dice ser baja y hermosa y fonda la mar…"
En 1936, J. Van der Gucht, ingeniero civil, y S. M. Parajón, piloto mercante, en la "Ruta de Cristóbal Colón por la costa norte de Cuba", afirmaron que posiblemente el lugar de desembarco del navegante se encontraba entre Gibara y Cayo Lucrecia, puertos: Gibara, Jururú, Bariay, Viza, Naranjo y Samá. Al este de Gibara se encuentra la Bahía de bolsa Bariay y la parte alta que forma el Cayo Bariay. Es un área que presenta las siguientes formaciones: manglar, matorrales, bosques siempre verdse, vegetación de costa arenosa. Desde sus aguas se puede distinguir La Silla de Gibara montaña nombrada así por el Almirante, debido a su semejanza con una silla de montar a caballo, y un sitio que recrea una hermosa leyenda andaluza.
En el verano 1940, el profesor de Historia de la Universidad de Harvard Dr. Samuel Eliot Morison, arqueólogo naval además de experto navegante, -acompañado de un alumno suyo-, abordó el velero Mari Otis repitiendo la ruta del primer viaje de Cristóbal Colón "desde la recalada en San Salvador por las Bahamas a Cuba y a lo largo de la bella provincia de Oriente hasta el cabo deMaisi", y de acuerdo a las anotaciones halladas en el "Diario" de
Colón, confirmó de visu los argumentos a favor de la bahía deBariay, como el lugar donde recaló el descubridor del nuevo continente; tal como lo habían expuesto en 1936 S. M. Pajarón y J. Van Der Gucht.
...y el Dr. Morison, de manera categórica añadió:
"He podido comprobar que el primer puerto cubano en que recaló el Descubridor de América fue el de Bariay, situado al oeste de Gibara. Coincide exactamente la detallada descripción de esta rada hecha por el Gran
Almirante en su Diario del viaje con la citada Bariay …."
Unos y otros han aceptado a Cayo Bariay como el exacto lugar de encuentro en Cuba de las dos culturas, -la aborigen y la española-, tal como fue apoyada en el Segundo Congreso Nacional de Historia, en 1943, y aprobada como la mas fundamental. Mas en la celebración del quinto centenario se debatió de nuevo el tema entre Puerto Padre y Bariay, siendo este último definitivamente declarado Monumento Nacional.
Honor a quien Honor merece:
Según afirmaba el Sr. Manuel R. De Bustamante, Ex-editor del Boletín Lasallista “1905” la persona que por vez primera afirmó que el desembarco del Navegante Colón había sido por Bariay fue el Hno. Justo Félix, Hermano de La Salle, que estaba en el colegio de Santiago de Cuba y pertenecía al Grupo Humboldt de Santiago de Cuba. Su tesis fue aceptada DESPUÉS por los científicos.
                                                            BARIAY
Es el nombre autóctono del área. Es un vocablo de origen indígena que los primeros conquistadores oyeron repetir a los aborígenes de la Isla de Cuba. Además es el nombre de un árbol endémico de esa región. Árbol silvestre (Cordia geraschantoides). Arbol de las Antillas (Calophyllum calaba), llamado también "mara" y/o "maría" .
En 1952, y por iniciativa del Grupo Humboldt y de la empresa cubana Santa Lucía, S.A., se construyó un obelisco y se situó en la bahía con la siguiente inscripción:

                                   Bariay 28 de octubre de 1492.  Lugar del primer desembarco de Colón en Cuba.





Por: Maria Teresa Villaverde Trujillo

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