domingo, 11 de marzo de 2012

El Padre Felix Varela

Por el VH Juan Amador Maurín Reyes

No existe consenso entre los historiadores sobre la fecha exacta de su nacimiento en La Habana, no así la de bautismo que según inscripción de la parroquia del Santo Ángel Custodio fue el 27 de noviembre de 1778. Hijo de Francisco Varela Pérez, natural de Tordelillas en Castilla la Vieja, militar destacado en el Regimiento de Infantería de La Habana; y de María Josefa Morales y Medina, natural de Santiago de Cuba; su vida cambió de súbito con el temprano fallecimiento de su madre. El nuevo matrimonio de su padre así como la asignación en 1791 de este, y de Bartolomé Morales y Ramírez, abuelo del niño Félix, Coronel y Comandante en Jefe del Castillo de San Marcos de León, a la avanzada del poder colonial español en San Agustín de la Florida; llevaron al pequeño a cambiar de aires y conocer del clima subtropical de la península norteña.

España mantenía aquel puesto con la amenaza de ataque de las tropas norteamericanas. San Agustín era un pequeño pueblo que ante el avance anglosajón protestante mantenía su cultura hispánica, idioma, fe católica, en férrea disciplina de los militares y misioneros que probablemente haya influido en la vocación de servicio que mostraría Varela en su adultez. Aunque tampoco se puede precisar la fecha, se sabe de la muerte de su padre también lo que le llevó a una orfandad en plena niñez al amparo de su abuelo y de sus tías maternas. Su educación fue encomendada al sacerdote católico irlandés Michael O’Reilly quien hubo de abandonar su patria perseguido por los protestantes y anglicanos ingleses que ocupaban su país. 1 Para O’Reilly el sacerdote era un soldado, pero destinado a una misión diversa a la de los integrantes del ejército; a estos correspondía el combate físico; a los sacerdotes, el combate espiritual. 2 Algunos historiadores han narrado una anécdota, que aún sin apoyo documental es ilustrativa de la influencia que tuvo en Varela el padre O’Reilly. Se dice que, avizorando el horizonte militar para su futuro llevado de la mano de su abuelo, profirió con solo catorce años una frase que bien pudo haber salido de los labios del sacerdote irlandés y donde expresa que no será soldado del Rey sino de Dios, que su designio no es matar hombres, sino salvar almas. Se cuestiona la autenticidad de esta anécdota por el hecho de que Varela nunca fue dado al uso de retóricas aún en su madurez intelectual, mucho menos las utilizaría en conversaciones con su abuelo, cuasi padre para él. Amén de especulaciones lo cierto es que la formación recibida de O’Reilly bien pudo llevarlo a pensarla, quizá en términos más simples. Argumentaremos cómo se convierte O’Reilly en un proveedor ideal para Varela.

·      Le transfiere en primer lugar la devoción que caracterizará su vida. La fe está definida y su vocación religiosa es fuerte. Comprende que todos los hombres son iguales ante el Creador y no establece diferencias. No se puede ignorar que cuando entra en el círculo de O’Reilly, este se encargaba de una escuela católica libre de prejuicios de color, centro interracial cuyas aulas Varela recorrió, y constató in situ que los católicos eran una minoría amenazada. Ni tampoco se puede obviar que a fines del siglo XIX la Iglesia Católica se estremeció hasta sus cimientos cuando los parisinos la separaron del Estado, y vivió de cerca los excesos de la revolución y el laicismo a ultranza que esta predicó. En consecuencia, la institución milenaria marcó una posición que sin poder definirse como humanista en el concepto que hoy día conocemos, sí se acercó un poco más al rebaño sin apartarse del pastor.

·         El patriotismo sólido de los irlandeses, pueblo discriminado por las ínfulas imperiales británicas, católicos practicantes quienes en suelo patrio son humillados por el protestantismo de los ingleses, y como no si bastare a consecuencia de la expansión de la cultura anglosajona en la parte norte del Nuevo Mundo, persecución aquende el Atlántico. Estos factores inexorablemente hacen de O’Reilly un elemento crítico, lo que deriva en un imperceptible e involuntario escurrimiento de su frustración patriótica sobre Varela. Irlanda del Norte no es aún una nación independiente, está bajo la jurisdicción del Reino Unido pero este desestima cualquier indicio de autonomía. El momento más crítico del diferendo entre Irlanda y Bretaña, se produjo en el pasado siglo cuando un grupo de militantes activos del Ejército Republicano Irlandés conmovió al mundo con una serie de huelgas de hambre, fatales, ignoradas por la entonces Primer Ministro.



Varela regresó a La Habana en 1801 y con sus bien aprovechados 23 años comienza estudios en el Real y Conciliar Colegio Seminario San Carlos y San Ambrosio, centro que por su carácter estaría destinado a la enseñanza de los dogmas pero que dio cobijo a las inquietudes tempranas de los criollos insulares. Fragua de ideas solo comparable a la Universidad de la Habana de los años 20 y 30, los prohombres formados directa o indirectamente a su sombra determinaron todo un siglo y nos dieron nación.  Ya formaba parte del claustro del Seminario el padre José Agustín Caballero, quien ya señalaba la diferencia entre los criollos y los peninsulares y cuya prédica caló fuerte en Varela, haciéndole tomar conciencia del necesario régimen de autonomía política para Cuba. Se plantea que Caballero le incentivó también el estudio y gusto por la filosofía ecléctica (o electiva) frente a los amurallados procedimientos de la escolástica medieval. El pensamiento ecléctico fue a la larga la verdadera revolución interior de Varela. No valen de nada los tratados de los clásicos si sus postulados no son demostrados científicamente, en su auxilio vinieron ideas renovadoras con la discreta etiqueta de la Ilustración, y planteamos discreta pues Varela no fue nunca un afrancesado. Muy por el contrario destacó en la crítica a las sonadas transformaciones de la sociedad que trajeron al mundo los parisinos. De Caballero heredó la actitud reticente hacia los librepensadores e ilustrados y su rivalidad ideológica con Voltaire, Montesquieu, y Rousseau. En sus “Cartas” apuntaba a los impíos, y más de un historiador ha afirmado que se refería a los masones e ilustrados, pero su crítica fue moderada frente a la intransigencia de Caballero. Paradojas de la Historia pues ambos recibieron el influjo directo de quien se señala haber abierto la puerta a las ideas de la Ilustración en Cuba, la indiscutible luz mayor de las mitras en esta tierra, el acusado de hereje y de masón, el Obispo Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa.



Espada llegó a Cuba en marzo de 1802 tras haber sido nombrado obispo de La Habana. De linaje vasco nació el 20 de abril de 1756 en Arróyave, Álava. Su familia tenía fuerte vocación católica en la que más de un miembro vistió los hábitos. Se debe señalar que Euskadi mantenía su autonomía regional, y que dicha zona fue la puerta de España a las ideas de la IIustración. Resumiendo su formación; por la parte familiar, el fuerte sentimiento católico; por el social el amor a la patria chica y a la libertad de esta. De Espada dijo Eduardo Torres Cuevas y cito: bebió en la fuente de la ilustración española que difería de la francesa en que sus reformas se harían “desde arriba”, partiendo de la dirección del Estado español, el llamado “despotismo ilustrado” fin de la cita. La fascinante personalidad del Obispo Espada y su labor social así como la de Morel de Santa Cruz, tal vez más grande que aquel, ha sido siempre objeto de estudio por los historiadores, pero el cubano de a pie apenas conoce que este último podría ser incluido en la nominilla de los descubridores de Cuba dada su extensa obra y viajes que le llevaron desde un extremo a otro de la Isla, que bien pudiera considerarse el primer censo de Cuba; y que Espada estableció normas de comportamiento y hábitos que cambiaron la vida en la villa de San Cristóbal y que ello bastaría para su estudio. Pero más importante aún fue su influencia benefactora sobre el Seminario donde ya el padre Caballero, padre también de los pobres y de nuestra filosofía, al decir del Apóstol, hacía historia.



Ya hemos mencionado que Espada trae de España ideas que en otros lares estremecieron al mundo, pero también hemos referido que sus ideas tienen su limitante en el método. Aún así las va introduciendo en el Seminario donde Varela las aprehende casi simultáneamente. El ya citado Torres Cuevas señala que no se puede obviar el origen vasco de Espada cuando se escudriña en su pensamiento ilustrado. El natural vasco siempre tuvo inquietudes libertarias, y si este reino se integró con Aragón-Cataluña fue solo para rescatar a Castilla luego de la muerte de Isabel, y evitar en consecuencia ser engullido por Francia. Argumentemos entonces sobre la influencia de Espada sobre Varela:

·      que el Obispo que acompañó a Félix Varela durante el resto de su estancia en La Habana, primero como estudiante y después como sacerdote, hasta su partida definitiva de Cuba,

·      que lo ordenó sacerdote el 21 de diciembre de 1811 en la Catedral de la Habana,

·      que antes de la Ordenación lo había introducido en el claustro de profesores del Seminario, orientando la vida del joven hacia las tareas académicas, e induciéndole a barrer con las viejas prácticas escolásticas,

·      fue quien creó en 1820 la cátedra de Derecho Constitucional e indicó al ya entonces prestigioso padre Félix que se presentara a oposiciones para ella, y por último sin que esto signifique que no existen otros argumentos,

·      fue quien alentó al padre Varela a que se presentara como candidato a Diputado a las Cortes en las elecciones del 13 de marzo de 1821, paso que definió el futuro del padre Varela en un sentido que ni el Obispo, ni el Padre habían podido prever. 3



Varela, un poco más tarde esboza un proyecto antiesclavista que tiene un antecedente en uno homólogo de Espada. Pero la obra humana no vale de nada si no existe el relevo generacional. De los cambios generados en la enseñanza del Seminario por Varela dan fe sus discípulos: Nicolás Manuel de Escobedo, José de la Luz Caballero, Domingo del Monte, Silvestre Alfonso, José Antonio Saco, Leonardo Santos Suárez, Manuel González del Valle, Blas de Osés. De ellos el más fiel y brillante lo fue Luz Caballero quien legó, debería decir aún nos lega, la importancia del magisterio como vehículo para alcanzar libertades ciudadanas. En el exilio maduraron y se radicalizaron los postulados varelianos. Su obra cumbre son las Cartas a Elpidio, nombre cuya etimología apunta a la juventud. Desde su distancia nos dice que no hay patria sin virtud, ni virtud con impiedad. Fue Varela quien primero menciona en Cuba la patria en el concepto tal cual hoy la conocemos. No fue la patria de Morel de Santa Cruz en sus arengas contra los invasores ingleses, aquella era la patria española. La de Varela es otra, la nuestra, la de hoy.



Por tanto, y es nuestro objetivo con estas palabras, motivar el estudio y debatir en logia sobre los antecedentes del concepto vareliano de patria. Es obvio que no podemos absolutizar al respecto, pero no cabe duda que la formación recibida de O´Reilly en primera instancia, así como la cercana influencia del Obispo Espada en su adultez, pudo perfectamente perfilar este concepto. Recordemos que en su exilio norteño recibió a José María Heredia, autor de poemas conmovedores como La estrella de Cuba y el Himno del Desterrado, y Blas de Osés quien ya mencionamos fue alumno suyo, era amigo de ambos. Y Heredia también hablaba de patria, y le presentó al padre sus respetos cual patriarca de los desterrados. En ese entonces el poeta santiaguero penaba en el exilio por su aventura infidente de los Caballeros Racionales de Matanzas. La pena del desterrado ha dolido siempre, y el sentimiento patrio se identificó en sus ciernes con el apego a la tierra natal. La amarga disolución de las Cortes de Cádiz y el restablecimiento del absolutismo enseñó pronto que de España no vendría nada sino su carga despótica dispuesta al saqueo de la perla del Caribe, aunque en un acto de justicia histórica se debe consignar que también vino el natural pobre que se entregó todo y mezcló y re-mezcló su sangre con la africanidad muriendo aquí, también pobre.





El proceso de maduración del concepto “patria” en Varela fue gradual y se aprecia desde el preámbulo hecho al intendente español José Pablo Valiente hasta una respuesta pública desde el espacio de su periódico El Habanero a un peninsular integrista. Del amor a la Madre Patria le nace el amor a la patria cubana. Según Varela no basta haber nacido en una tierra para ser considerado patriota y agrega las siguientes tres condiciones:

1.- no es patriota el que no sabe hacer sacrificios a favor de su patria, o el que pide por éstos una paga que acaso cuesta mayor sacrificio que el que no se ha hecho para obtenerla, cuando no son para merecerla;

2.- como el hombre no se desprecia a sí mismo, tampoco desprecia ni sufre que se desprecie a su patria, que reputa, si puedo valerme de esa expresión como parte suya. De aquí procede el empeño en defender todo lo que le pertenece, ponderar sus virtudes, disminuir sus defectos;

3.- después que el hombre está ligado a un pueblo teniendo en el todos sus intereses; ama a los otros por el bien que puede producir el suyo, y los tendría por enemigos si se opusiesen a la felicidad de éste donde él tiene todos sus goces. 4



En el centenario de la llegada de sus restos a su tierra natal, y del bicentenario de su ordenación sacerdotal, presentamos este pequeño trabajo como homenaje. El estudio de su obra no puede ser recogido en una breve intervención por lo profunda y extensa. La masonería es una institución de pensamiento y tenemos la dicha de haber tenido en nuestra Cuba filósofos como Varela. Esta evocación es también un inventivo a redescubrirlo. Desde su dimensión desconocida el padre Varela nos invita a seguir pensando, pero pensar en cubano como ya nos legó uno de sus homólogos.



El inicio de la patria cubana se identifica con el 10 de octubre de 1868, pero palpitó en los corazones de los criollos mucho antes de que se tuviera conciencia de ella. La patria cubana es palma real, ceiba sagrada del Templete; jagüey que se alza frente al Golfo de Guacanayabo y  se enreda en los despojos de la maquinaria  del ingenio; dagame y fustete de Dos Ríos, testigos mudos de la historia torcida; es escudo, estrella solitaria e himno; es columnas, bóveda celeste por techumbre, malletes batientes y ruido de armas; pero antes que todo fue la filosofía, fue antes que todo el arranque doloroso de la escolástica medieval y su sustitución por el método científico de la enseñanza; será siempre la conducta devota y cívica, aquello que aún no es comprendido en toda su magnitud y a que nos exhorta el más brillante y fiel de los discípulos del padre Varela a pesar de la distancia de dos siglos, ser un evangelio vivo.







1                                            Jorge Ibarra Cuesta, Varela el precursor. Un estudio de época, pág. 16.

2                                            Jorge Ibarra Cuesta, obra citada, pág. 16.

3                    Monseñor Carlos Manuel de Céspedes y García-Menocal, Memorias Coloquio internacional de La Habana, pág. 173.

4                    Jorge Ibarra Cuesta, ob. cit., pág. 40.
Aporte enviado por el VH:.Ernesto Ocaña Gallardo




3 comentarios:

  1. ¿d.me puede decir si el Padre Félix Varela era masón? Gracias, saludos desde Montevideo

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    1. Estimado Pancho, disculpe no responderle antes, pero debo hacer algunos ajustes para que me llegen al correo los commentarios. Le dirá que dificilmente pueda haber sido masón el Presbitero Varela, en esos tiempos la Orden estaba muy poco desarrollada en la Isla e igualmente cuando el vivió en la Florida, además como fiel católico hubiera incrementado sus prepcupaciones trayendoles muchos más problemas con el clero, a los que ya tuvo por su adelantada y filantrópica personalidad.
      Todos los elementos que podaos consultar no acercan a Varela en lo más mínimo a la militancia masónica, aunque sus ideas y actitudes eran y son las de un masón. Si lo desea escribame al correo,
      un fuerte abrazo desde canarias
      Carlos:.

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  2. ¿d.me puede decir si el Padre Félix Varela era masón? Gracias, saludos desde Montevideo

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