miércoles, 18 de septiembre de 2013

Mensaje del Soberano Gran Comendador de Cuba

                                     A los Hermanos masones de Cuba y el exterior
                                                   Una consideración Necesaria
Sres.
De vuelta por valles extranjeros por inaplazables viajes de trabajo, y en vista de acercarse la fecha del encuentro convocado para nuestra Unidad Masónica  hemos querido dirigirnos a ustedes, los HH:. de aquí y los HH:. de allá para rogarles estén impregnados del  mayor  y mejor espíritu renovador que en nuestro encuentro nos evite ser una simple rama desgajada del Sephirot o árbol de la vida, que nos convierta en una nota a pie de pagina de la historia, ya que cometeríamos una imperdonable falta ante nuestros antecesores y continuadores, si al reunirnos no lo hiciéramos para ver lo mucho que podemos aportar a la solución de nuestros desencuentros de 54 años.
El Sup:. Consejo del 33º para la república de Cuba, después de ese ensombrecido largo periodo,  en el cual nadie ha querido abordar nuestros desacuerdos y diferencias, ha considerado para ello el momento oportuno, sin objetivo alguno de protagonismo y si con el necesario acercamiento de posiciones encontradas, que nos lleva a todos a unirnos en un solo has, más allá de estimaciones legalistas, de regularización, reconocimiento u otras, que desde luego no podemos soslayar, pero hacerlo con un animo constructivo  en la resolución de cualesquiera diferencias con la espiritualidad más pura que se eleve desde nuestro interior. i hacemos esto nos colocaremos fuera del alcance de los adversarios  que en toda institución existen sin querer considerar el  necesario avance que demandamos para coadyuvar en la sociedad. Por lo cual este Supremo Consejo con la energía y la autoridad moral de su ejecutoria, ha mirado en el pasado en las fuentes mas profundas de nuestras tradiciones y mira hacia el futuro dentro de la polaridad de nuestra columnas con un proyecto aglutinador de todos.
Hnos.
tenemos que cumplir un objetivo ético ambicioso que resuelva nuestras diferencias y desacuerdos para vertebrar el perfeccionamientos de nuestras tareas de acorde al paso de los tiempos y el actual paso del mundo.
El conflicto siempre ha sido inevitable en toda organización, sin embargo una actitud innovadora y con las mejores intenciones debe constituir un instrumento de cambio que contribuya a la solución de problemáticas, por que si complejizamos los niveles de conflicto y estos persisten en el tiempo, nuestra supervivencia mis a puede verse amenazada.
Tenemos que trabajar para este tiempo y para futuros tiempos, tenemos que alcanzar en el espíritu de todos un sentimiento  encaminado a ser capaces como el águila mirar cara a cara a sol sin parpadear, encontrando a través de la unidad  más solida entre los de aquí y los de allá, las fuentes más genuinas de nuestras tradiciones.
Hagámoslo!!
Con nuestro cordial abrazo
IPH:.Lazaro F. Cuesta Valdéz 33º
Soberano Gran Comendador

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