La sencillez y la humildad de estar siempre prestos a oír y aprender, mueve el deseo de presentar este aporte, dedicado fundamentalmente a mi dilecto H:.Rolando Avalos que acaba de comenzar su aprendizaje de devastar la piedra en bruto. Que como todos nosotros buscamos la mejor manera de recibir para aprender y dotar de los mejores materiales la construcción de nuestro propio templo espiritual.
Jorge Adoum, "Mago Jefa" es de esos tratadistas masones que nos aporta elementos poco comunes y reflexiones poco estudiadas. Por tal motivo y a sabiendas del alcance espiritual y filosófico de su obra "Mago Jefa" debería ser mas estudiad por las actuales generaciones de masones, aún mas por las no actuales como es mi caso debido a su trascendencia y vigencia.
Ponemos a su consideración un fragmento de su interesante obra "El aprendiz y sus misterios".
Queremos así comenzar este nuevo ciclo , reflexionando, aprendiendo y concienciando.
. Lector: Si tienes el ardiente deseo de ingresar en la Augusta Institución Masónica y de convertirte en uno de sus miembros militantes, debes preguntarte a ti mismo: ¿Entró la Masonería en mí para que yo pueda entrar en la Masonería?.
La respuesta a esta
pregunta será una luz que puede esclarecerte y conducirte por la senda a la
Verdad. Porque, si no posees, ante todo, el Espíritu Masónico, de nada te
servirá tu ingreso en sus filas.
2. La Masonería era, en tiempos pasados, una
Institución Hermética en el verdadero sentido de la palabra, pero hoy la
Masonería es revelada a todo el mundo. En cualquier librería se encuentran
folletos, revistas y libros que hablan de los ritos y ceremonias de la Orden y
los interpretan y comentan. Todo el mundo cree que sabe de Masonería como sus
propios adeptos y hay también algunos masones superficiales, inconscientes o
perjuros que han divulgado al público los llamados “secretos masónicos”, de
modo que, según los profanos y los iniciados, ya no puede haber misterios en la
Masonería.
¡A esos necios vamos a
desengañar!
3. El catolicismo romano se impone a la multitud
por un secreto que ningún Papa siquiera ha manifestado. Es el secreto de los
Sacramentos.
Cuando los Gnósticos, o sea
los Conocedores del Secreto, los Esotéricos, quisieron divulgar o descubrir el
secreto, lanzaron perlas a los cerdos y estos se volvieron contra ellos y los
aniquilaron, pues la vulgarización de un misterio lo convierte en doctrina
irrisoria.
Pero, desgraciadamente, cuando
los cerdos condenaron a los gnósticos condenaron también la Puerta de la
Sabiduría Oculta y perdieron sus Llaves.
Los Templarios buscaron las
Llaves perdidas y fueron quemados vivos.
4. Cierta vez un sabio mahometano me dijo: “Jamás
perteneceré a una religión cuyos fíeles comen a su Dios”. Pude entender por qué
él razonaba así. El mahometano no me llamó la atención con sus palabras, porque
él nunca podrá comprender el significado del misterio; mas lo que admira es la
ignorancia de los propios masones respecto de las bases fundamentales de la
Masonería.
5. La Masonería es poderosa y prevalecerá en el
mundo por su terrible SECRETO,
tan prodigiosamente guardado que hasta sus más altos iniciados lo
ignoran.
6. Una vez, en una Logia, dijo un adepto: “Somos masones,
pero no brillamos”. Los hermanos le pidieron que explicara aquella frase, pero
él sonrió y dijo: “Si en nosotros la Luz es tiniebla, ¿cómo serán las propias
tinieblas?”. Y, al decirlo, se tocó la frente. Todos los presentes se miraron y
tal vez por educación no lo llamaron loco.
7. Nadie tiene derecho a llamarse “Masón”, porque
ser masón es ser Superhombre iluminado, que sigue el camino de la Verdad y de
la Virtud, haciendo de ellas carne de su carne, sangre de su sangre, vida de su
vida.
8. Lo que más entristece es el deseo de pasar
rápidamente de un grado a otro, como si el afán de perfeccionarse estuviese
sujeto a ciertos grados limitados y otorgados por los hombres.
Nadie quiere recordar que
los tres años de “Aprendiz” son el símbolo del triple periodo que marcará las
etapas de los estudios, del silencio y del progreso, como veremos después.
9. El gran objetivo de la Masonería es despertar el
poder latente en cada ser y convertir al hombre en Dios consciente de su
divinidad sin limitaciones ni dudas.
El masón debe trabajar
inteligentemente para el bien de los demás. Su esfuerzo debe dedicarse al
progreso universal. Debe ayudar al Gran Arquitecto del Universo, en su Obra.
El masón debe construir y
aprender por experiencia propia, sin apoyarse en los demás. Debe siempre dar
sin esperar recompensa.
10. El Aprendiz tiene al Maestro externo por guía en
la Senda hasta encontrar a su propio Maestro Interno y ver su propia luz en su
mundo interior.
Desbastando la piedra, imagen internet
Conocer la Verdad y
practicarla es el camino del masón y de todos los hombres.
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