martes, 1 de febrero de 2011

Un mensaje escrito en piedra


   Por muy simple y recalcado que sea, por los cientos de años de  misterio, de los mares de tinta, de las especulaciones e interpretaciones y que todos los sabemos y pocos lo interiorizamos, el mensaje masónico estuvo  primeramente escrito en la  piedra. En los grandes monumentos arquitectónicos, en los edificios religiosos, en los majestuosos templos a Dios hasta  llegar a los que han interiorizado el tema, a sentirlo y vivirlo en nuestros pensamientos, sentimientos y actos.
   En fin, tratando de no recalcar todas las dificultades del tema y del investigador solo nos queda el deseo de indagar, cosa que no podemos hacer de primera mano quedándonos solo la posibilidad de recolectar textos y literatura y en base a esta, presentar nuestro punto de vista, a partir de lo que se ha escrito por los verdaderos historiadores.
   Desde que el hombre descubrió el fuego, antes de la civilización, pudo refugiarse del frío y de las fieras, tubo algo mas de tranquilidad y sosiego, pudo de alguna manera pensar y luego meditar obteniendo sus primeras reflexiones del entorno. Ya con lumbre y techo el hombre pensó, lucho por la existencia concientemente y amó para así mantener el primero y mejorar el segundo pretendiendo manipular el  entorno  para su subsistencia.
   Con el tiempo corriendo de prisa y con el insipiente desarrollo de aquellas primeras sociedades comunitarias alcanzando un excedente productivo origen de todos los males, nacieron los primeros oficios, surgieron los avatares y los profetas de las tres mas antiguas y poderosas religiones  el Islam, Judaísmo y Cristianismo y todos las situaciones que estas acarreaban, surgiendo así los primeros antagonismos y fanatismos donde naturalmente el mas fuerte disponía del mas débil. Con la consolidación de los primeros estados nacionales, producto de las antiguas civilizaciones ayudadas por su geografía, estos nuevos poderes políticos con su consiguiente poder monárquico y religioso, resaltando sobre todo este último por  el Creador de todo, el cielo y la tierra, de todo cuanto existe, Creador que desde sus mas legendarias y antiguas concepciones poseyó lugares de culto y adoración, Templos que con el tiempo se convirtieron en magníficos hogares del creyente y su Creador.
   La historia del origen y primeras manifestaciones religiosas y sus lugares de culto es verdaderamente fascinante, compleja y fatigosa, características que junto a sus halos de misterio la hacen atrayente al investigador. Pero al punto que pretendemos y deseamos llegar no solo es el templo sino su constructor y más que todo el tríptico misterioso entre estos dos y el Creador  así como el mensaje que de esto se puede interpretar. Esta persona que escribía un mensaje en piedra, escogida para hacerle una casa al Supremo no puede ser cualquiera, cuyo mensaje solo podía ser comprendido e interpretado por los “iniciados” en el conocimiento divino y la regeneración humana.
Todos estos monumentos a la obra humana dirigidos hacia lo alto, no son solo hogares a la divinidad, son libros magníficos a la expresión, son libros abiertos al ser humana, para que el los descifre y los manifieste al genero humano.
   Esta idea de construir templos a Dios con todo lo que conlleva llevado al contexto masónico devino en el proceso ideológico del paso de lo operativo a lo especulativo, aquellos que fueron por delante del pensamiento cotidiano comprendieron en ese preciso instante que Dios ya no solo precisaba de Templos propios, viendo hacia adonde llevaba el hombre a la sociedad humana , este interiorizo un mensaje gnóstico  dándole a entender que hacer es la mejor manera de pensar y decir  y que la idea de hacer templos debía llevarla a su yo interior recordándole sus tres primordiales deberes de la existencia: para con sus semejantes, para con el mismo y para con el Creador. Interiorizando esta idea, solo podía llegar a la firme convicción de construir y perfeccionar su propio Yo, su genuino templo interior y luego exteriorizarlo. De lo simple a lo profundo, de lo interior a lo exterior, de lo esotérico a lo exotérico, levando este alentador mensaje, esta buena nueva a sus congéneres para que el mundo sea no solo el templo del hombre sino de su Gran Arquitecto. Y que para eso necesitaba por ejemplo el mensaje del avatar del cristianismo, Jesús de Nazaret, un mensaje parabólico de reflexión y meditación lleno de amor, respeto y tolerancia. Por tal motivo antes de la reflexión este mensaje se escribió en las piedras  de los majestuosos templos, la magnifica  belleza de las catedrales, la fuerza de los castillos templarios medievales y la sabiduría guardada en las abadías todos con un mensaje escondido pero por descifrar.
   Los templos egipcios, hindúes y greco-latinos de la antigüedad con la magnificencia artística de su arquitectura, claramente llena de misterios y enseñanzas simbólicas, tuvieron una aparente muerte vinieron a  resurgir al milenio de la muerte del Nazareno. Luego con el estilo románico en auge que trajo consigo el desarrollo y fortalecimiento de occidental del cristianismo como credo oficial, el nacimiento y fortalecimiento de las primeras Ordenes  religiosas donde San Benito influyó poderosamente creándose la  orden benedictina que junto a los cluniacenses organizan con sentido religioso los oficios, ya con los derechos estatutarios propios de la naciente sociedad feudal donde la iglesia ejercía su poder  e influencia sobre el rey en el sentido que nos ocupa se pasa del arte  románico al sofisticado y sublime gótico. Comienzan a organizarse los masones operativos. Se redactan reglas, constituciones y reglamentos propios al oficio de la construcción seleccionando meticulosamente quien construía y dirigía la obra recalcando siempre y sobre todas las cosas, los conocimientos sagrados (arquitectónicos) y la moralidad.
   Estos nuevos constructores incorporados no eran los antiguos monjes benedictinos, eran laicos y llamados “conversos” como mano se obra muy calificada. En este sentido el Abab Suger (1081-1151) magnifico exponente del desarrollo del arte gótico expresaba:
“La contemplación de la belleza material permite elevarnos al conocimiento de Dios”
   Podemos afirmar que en sentido general monjes, caballeros y masones operativos pudieron cohabitar en  el tiempo y en el espacio.
  Los masones operativos dígase free stone masons que trabajaban el la obra y planificaban su trabajo en la logia eran operarios con una facilidad inusitada, eran libres de desplazarse a diferentes países y obras donde encontrar trabajo, solo debía prestar juramento al gremio obedeciendo las reglas y normas del oficio que los diferenciaba de las corporaciones del oficio que dependían de poder secular.
   Estas logias dividían a los trabajadores en categorías, los aprendices del oficio (generalmente  7 años) y los compañeros ya con determinados conocimientos y experiencia adquiridos dirigidos por un maestro de obras o responsable del trabajo.
Con el tiempo, los conocimientos y esa libertad de movimiento adquirida les daba la posibilidad de conocer oros lugares y estilos de trabajo, téngase en cuenta que podían moverse por todo el mundo conocido e intercambiar ideas y conocimientos con otras culturas y nutrirse de todo lo que podían a la vez que intercambiaban ideas, eso les permitió ampliar y profundizar sus cuestiones teológicas y místicas del sentido religioso del arte de la construcción. Como ejemplo diremos que la impronta de los Maestros Comacinos italianos llegó hasta los confines de euro Asia. Esto no los hizo superiores y el sentido cognitivo de la palabra, simplemente los hizo diferentes, algo que les conquistó una fama  inusitada en todo el mundo. Pero, ¿que tipo de personas eran aquellas? ¿Que conocimientos podían haber alcanzado estos operarios que les permitía comenzar una majestuosa obra  que en  la mayoría de los casos darían su vida, y  hasta generaciones, que no verían terminada?
   Tal hombre solo podía ser aquel que había adquirido e interiorizado los mas sublimes conocimientos  dados por el Creador al hombre. Aquel hombre disciplinado, estudioso y virtuoso solo podía ser aquel que construye el templo interior, el humilde y sencillo hacedor de su propia existencia y futuro, aquel que comprende el pasado, valora el presente y ama el futuro.
  Solo  este tipo de ser humano podía crear el esoterismo, el simbolismo y el misticismo. Solo ese hombre podía crear el Rito Masónico y la primera Masonería operativa, a la que hemos hecho mención, aquella que a través del conocimiento y su interiorización  busca su mejora y el de la colectividad.
   El Rito masónico en el templo de piedra que observamos en las catedrales y en su mensaje oculto, o ven los masones en la leyenda de Hiram, elemento este que como casi o todos los demás que vemos en masonería no son producto exclusivo de esta. “La única creación de la Masonería es su doctrina ecléctica”. Ya hemos podido interpretar de estas líneas que la masonería operativa  es una masonería religiosa como todos los actos permitidos antes y durante el medioevo. Las ordenes religiosas medievales con los Benedictinos y Franciscanos a la cabeza influyeron el toda la vida de su tiempo y los operarios albañiles no fueron ajenos a esto y basaron todos sus elementos simbólicos posteriores a este sentimiento, muestra de ellos los antiguos manuscritos que han llegado hasta nosotros. La principal alegoría masónica la del templo salomónico es patente religiosa que los masones utilizan como símbolo de la regeneración humana algo que comentaremos.
   Beda el venerable (673-735) conocido erudito benedictino inglés afirma E. Callaey, redacto un manuscrito titulado De templo Salomonis liber, que se basaba en todo el simbolismo y enseñanzas que se desprendían del templo proyectado por David y hecho realidad por su hijo Salomón  en la antigua Jerusalén, este texto fue el punto de partida para las posteriores estructuraciones de los constructores medievales, que tomó la Orden masónica y que ha llegado hasta nuestros días. Aquí comenzó todo, en un monasterio benedictino de tierras inglesas, posteriormente y con el tiempo, proceso que dura hasta la actualidad se le fueron incorporando a la leyenda bíblica los mas disímiles y variados conocimientos que harían del albañil, el constructor de su propio templo, tema como el misticismo islámico, judío y cristiano desde sus orígenes pernearon la base doctrinal y filosófica, toda una amalgama cognitiva inspirada luego en el gnosticismo y el eclecticismo filosófico temprano, conformaron los conocimientos masónicos actuales en todos sus ritos y rituales, su filosofía y mensajes.
   Muchos escritores con muchos y  mejores elementos que los que expongo acá, han profundizado y estudiado meticulosamente los edificios religiosos desde las pirámides de Egipto, los clásicos edificios griegos y romanos, los templos religiosos hindúes y musulmanes, hasta los monumentos que los interesan en este momentos, los monumentales templos medievales, iglesias, catedrales y abadías . Estas magnificas construcciones  con mucho que decir y trasmitir se ponen de manifiesto sobre todo en el estilo gótico ( que no solo se circunscribe a la arquitectura ) claros ejemplos constituyen las catedrales de Chartres, Amiens, Notredame en Francia hasta las catedrales españolas en Burgos ,Toledo y león.   Los que han tenido la posibilidad de estar en algunas de ellas han vivido la maravillosa experiencia de sentir la profunda espiritualidad del que pisa estos lugares, ver su magnifica belleza, que conjuntamente con sus altos pináculos dirigidos al cielo y sus bellísimos relieves  inspiran al mas ateo a reflexionar sobre las maravillas de la existencia y los dones de experimentar interna y externamente por que y para que vivimos, por que y para que nos hemos iniciado . Estos libros construidos se ponen de manifiesto una vez mas en el mensaje que se quiere trasmitir a futuras generaciones como lo evidencia la misteriosa y trascendente capilla de Rosslyn en Escocia, esto pone a prueba nuestra capacidad de reflexión y discernimiento, nuestra capacidad humana para entender, comprender y practicar ese mensaje. Visto el caso y comprobado el hecho no podemos quedar ajeno al mismo. 
      No existe la casualidad, todo tiene un por qué sujeto a leyes naturales como Causa y Efecto lo que si existe es la Causalidad y en este casi el motivo de la existencia de los constructores de tales edificios, este hecho no es causa de el azar.
No hay que ser muy suspicaz para darse cuenta que estas construcciones son mas que una simple e imponente  y edificación, con solo mirarlas vemos que nos pretender decir algo, que muchas veces no sabemos o no podemos obtener y mucho menos conquistar.
   Como un fuerte imán en el decursar del tiempo  la Orden masónica no tiene ni principio ni fin, no podemos afirmar con toda certeza cuando comenzó ni cuando se originó. Estamos convencidos que  ha sido producto de un largo y lento proceso de conformación de ideas y conocimientos, el tiempo y las circunstancias por las que ha tenido que pasar han integrado y creado algo necesario el hombre, con un mensaje mas que todo, humanista. Desgraciadamente no todos ni siempre hemos conocido la magnitud del mismo, eso y que ya no somos tan selectivos  como antaño, han producido la masonería actual, decadente o cardinal. La Masonería actual es lo que hemos ayudado a tener, si ha habido un decrecimiento de su membresía es culpa de nosotros, de todos, su esta en auge, es gloria nuestra y si necesita actualizarse y renovar su mensaje de acuerdo a la actualidad mundial, sino nos apuramos, se hace tarde.
Carlos B. García

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