Sábado, 27 de octubre de 1492
“...Y antes de noche vieron tierra y estuvieron la noche al reparo
y con mucha lluvia
En el Diario de Abordo el navegante anotó el domingo 28 de octubre
y Fray Bartolomé de las Casas traduce explicándolo en tercera persona:
“....entró por un río muy hermoso y muy sin peligro de bajas ni
otros inconvenientes; y toda la costa anduvo
por allí era muy hondo y muy limpio hasta tierra: tenía la boca de
río doce brazas, y bien ancha para barloventear. Surgió dentro dice que a tiro
de lombarda. Dice el Almirante que nunca tan hermosa cosa vio, lleno de
árboles, todo cercado el río, hermosos y verdes y diversos de los nuestros, con
flores y con su fruto, cada uno a su manera. Aves muchas y pajaritos que
cantaban muy dulcemente; había gran cantidad de palmas de otra manera que las
de Guinea y de las nuestras, de una estatura mediana y los pies sin aquella
camisa y las hojas muy grandes, con las cuales cobijan las casas; la tierra muy
llana...”
Oleo de los pintores holguineros Cobiellas –padre e hijo-;
obsequiada por la familia de Benjamín León al colegio de los Hnos. Maristas de
Holguín en 1959, aun en la oficina del director del colegio que funciona en ese
edificio.
“...Saltó el Almirante en la barca y fue a tierra, y llegó a dos
casas que creyó ser de pescadores y que con temor se huyeron, en una de las cuales
halló un perro que nunca ladró; y en ambas casas halló redes de hilo de palma y
cordeles y anzuelo de cuerno y fisgas [arpones de varias puntas] de hueso y
otros aparejos de pescar y muchos fuegos dentro, y creyó que en cada una casa
se juntan muchas personas. Mandó que no se tocase en cosa de todo ello, y así
se hizo. La hierba era grande como en el Andalucía por abril y mayo. Halló
verdolagas muchas y bledos. Tornose a la barca y anduvo por el río arriba un
buen rato, y dice que era un placer ver aquellas verduras y arboledas, y de las
aves que no podía dejarlas para se volver; llena de buenos puertos y ríos
hondos y la mar que nunca se debía de alzar porque la yerba de la playa llegaba
hasta cuasi el agua y montañas muy hermosas aunque no son muy grandes en
longuera…
Dice que aquella isla es la más hermosa que ojos hayan visto...”
Por muchísimo tiempo hubo la indecisión de situar el lugar exacto
o aproximado por donde Cristóbal Colon desembarcó en la costa norte de la
provincia oriental. Varios sitios fueron estudiados como posibles puntos de desembarco:
Nuevitas, Manatí, Puerto Padre, Gibara, Bariay, Nipe y Antillas.
Tomaron buena nota de lo que el Almirante dejó escrito en su
"diario" de ver y navegar cerca de varios ríos y en uno "de el
vido buenas poblaciones de casas: llamó al río el río de Mares…". El
martes 30 de octubre escribía que "toda aquella tierra dice ser baja y
hermosa y fonda la mar…"
En 1936, J. Van der Gucht, ingeniero civil, y S. M. Parajón,
piloto mercante, en la "Ruta de Cristóbal Colón por la costa norte de
Cuba", afirmaron que posiblemente el lugar de desembarco del navegante se
encontraba entre Gibara y Cayo Lucrecia, puertos: Gibara, Jururú, Bariay, Viza,
Naranjo y Samá. Al este de Gibara se encuentra la Bahía de bolsa Bariay y la
parte alta que forma el Cayo Bariay. Es un área que presenta las siguientes
formaciones: manglar, matorrales, bosques siempre verdse, vegetación de costa
arenosa. Desde sus aguas se puede distinguir La Silla de Gibara montaña nombrada
así por el Almirante, debido a su semejanza con una silla de montar a caballo,
y un sitio que recrea una hermosa leyenda andaluza.
En el verano 1940, el profesor de Historia de la Universidad de
Harvard Dr. Samuel Eliot Morison, arqueólogo naval además de experto navegante,
-acompañado de un alumno suyo-, abordó el velero Mari Otis repitiendo la ruta
del primer viaje de Cristóbal Colón "desde la recalada en San Salvador por
las Bahamas a Cuba y a lo largo de la bella provincia de Oriente hasta el cabo
deMaisi", y de acuerdo a las anotaciones halladas en el "Diario"
de
Colón, confirmó de visu los argumentos a favor de la bahía
deBariay, como el lugar donde recaló el descubridor del nuevo continente; tal
como lo habían expuesto en 1936 S. M. Pajarón y J. Van Der Gucht.
...y el Dr. Morison, de manera categórica añadió:
"He podido comprobar que el primer puerto cubano en que
recaló el Descubridor de América fue el de Bariay, situado al oeste de Gibara.
Coincide exactamente la detallada descripción de esta rada hecha por el Gran
Almirante en su Diario del viaje con la citada Bariay …."
Unos y otros han aceptado a Cayo Bariay como el exacto lugar de
encuentro en Cuba de las dos culturas, -la aborigen y la española-, tal como
fue apoyada en el Segundo Congreso Nacional de Historia, en 1943, y aprobada
como la mas fundamental. Mas en la celebración del quinto centenario se debatió
de nuevo el tema entre Puerto Padre y Bariay, siendo este último
definitivamente declarado Monumento Nacional.
Honor a quien Honor merece:
Según afirmaba el Sr. Manuel R. De Bustamante, Ex-editor del
Boletín Lasallista “1905” la persona que por vez primera afirmó que el
desembarco del Navegante Colón había sido por Bariay fue el Hno. Justo Félix,
Hermano de La Salle, que estaba en el colegio de Santiago de Cuba y pertenecía
al Grupo Humboldt de Santiago de Cuba. Su tesis fue aceptada DESPUÉS por los científicos.
BARIAY
Es el nombre autóctono del área. Es un vocablo de origen indígena
que los primeros conquistadores oyeron repetir a los aborígenes de la Isla de
Cuba. Además es el nombre de un árbol endémico de esa región. Árbol silvestre
(Cordia geraschantoides). Arbol de las Antillas (Calophyllum calaba), llamado
también "mara" y/o "maría" .
En 1952, y por iniciativa del Grupo Humboldt y de la empresa
cubana Santa Lucía, S.A., se construyó un obelisco y se situó en la bahía con
la siguiente inscripción:
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