Gran Logia de Cuba de AL:. y AM:.
En el Oriente de La Habana,
Cuba, a los 14 días del mes de octubre del año 2013, E.V.
Grandes Maestros de Grandes
Logias de nuestra Amistad
Grandes Funcionarios
Muy Respetables y Queridos
Hermanos:
Recibid primeramente el
reiterado testimonio de nuestra amistad y fraternal afecto.
Este mensaje tiene como objeto
informar un hecho de suma importancia que ocupa hoy a la Familia Cubana de la
Masonería Universal.
Durante más de 50 años la Gran
Logia de Cuba ha enfrentado un verdadero éxodo de hermanos, quienes por
diversas razones (económicas, familiares o políticas) han emigrado a distintas
partes del mundo. La mayoría de ellos lo ha hecho a los Estados Unidos de América,
y muy especialmente al Estado de La Florida, donde han reconstruido sus vidas y
familias, llevando siempre consigo la condición de masones cubanos, herederos
fieles de nuestras tradiciones patrióticas y masónicas.
En las décadas de los años 1960
y 70 un grupo de Grandes Maestros y Pasados Grandes Maestros de la Gran Logia
de Cuba, entre los que destaca el Pasado Gran Maestro Carlos Manuel Piñeiro y
del Cueto (Gran Maestro por 10 años, artífice de la construcción de nuestro
Gran Templo Nacional Masónico y miembro efectivo de la Conferencia de Grandes
Maestros de Norteamérica por más de 20 años, hasta su muerte), idearon una
estrategia para salvar la Masonería Cubana de una eventual intervención por
parte del Gobierno. En aquellos años esta fue una posibilidad muy cercana, dado
principalmente por el antecedente de lo ocurrido con la masonería de los
sistemas totalitarios.
Dicha estrategia consistió en
la creación de una Delegación de Masones Cubanos en el Exterior, radicada en el
Estado de La Florida y con la anuencia del Gran Maestro de dicha Gran Logia,
Muy Respetable Hermano Edwing Larson, emitida por decreto en el año de 1961.
Dicha Delegación sería la encargada de organizar a los masones cubanos
exiliados en talleres que, dada la eventualidad de que la Masonería en Cuba
fuera intervenida, estarían listos para garantizar la supervivencia de la Gran
Logia de Cuba fuera de su territorio jurisdiccional (como ocurre
contemporáneamente con otras Grandes Logias que operan desde el exilio).
La evolución de los
acontecimientos históricos conllevó a que esa posibilidad prevista nunca se
materializara, razón por la cual la Gran Logia de Cuba se desentendió en los
años 80 y 90 de aquellas formaciones que había creado, trayendo como
consecuencia que la Conferencia de Grandes Maestros de Norteamérica y la
Confederación Masónica Interamericana las declarase como “irregulares” e
“invasoras” del territorio jurisdiccional de la Gran Logia de La Florida.
Aquellos talleres creados por
la Delegación del PGM Carlos M. Piñeiro continuaron desarrollando una vida
propia y, como lógica consecuencia, crearon en 1984 la Gran Logia de Cuba de
A.L. y A.M. (en el Exterior), que recibió autorización Federal (en su carácter
de asociación) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América
–Sección 501 (c)(8)- situándola en este plano en igualdad legal al resto de las
Grandes Logias de los Estados de la Unión. Es bueno destacar que la llamada
Gran Logia de Cuba de A.L. y A.M. (en el Exterior) desde su fundación reconoció
a la Gran Logia de Cuba de A.L. y A.M. de La Habana, como única autoridad
masónica para el territorio de la República de Cuba y, en concordancia con ello
adoptaron nuestra Legislación (con las variaciones necesarias al cambio de
escenario), rito, rituales y liturgias, manteniendo durante 30 años la más
estricta ortodoxia masónica y el cumplimiento cabal de los Antiguos Límites de
la Fraternidad.
Hoy la Gran Logia de Cuba de
A.L. y A.M. siente la necesidad de que se haga justicia histórica a estos
hermanos nuestros, de quienes nos ha mantenido alejados el respeto a las normas
dictadas por los usos y costumbres de la Regularidad Masónica y la prohibición
expresa de nuestras leyes para permitir la intervisitación a hermanos de
Grandes Potencias no reconocidas.
Durante
los días 11, 12 y 13 pasados, sostuvimos una ronda de conversaciones para
conciliar nuestros puntos de vista, con el auspicio e invitación del Supremo
Consejo del Grado 33º del R.E.A.A. para la República de Cuba, en su sede de La
Habana.
En intensas sesiones de trabajo
dejamos esclarecidos en todos sus puntos la historia de los hechos y el rol
desempeñado por cada uno de sus actores, así como definimos de conjunto una
estrategia de futuro, encaminada a la regularización de la situación de
nuestros hermanos y al ulterior reconocimiento por la Comunidad Masónica
Universal y sus principales instituciones.
Los pasos definidos a este
proceso se pueden sintetizar de la siguiente forma:
1.- Hemos cursado una carta al
Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de La Florida de L. y A.M.,
solicitando de él la cooperación para la firma de un Tratado, en el cual dicha
Gran Potencia de nuestra amistad acceda a que continúe trabajando en su
territorio jurisdiccional (como ha ocurrido de hecho en los últimos 54 años) de
una Gran Logia Unida de Cubanos en el Exterior –nombre que adoptará a todos los
fines masónicos la antigua Gran Logia de Cuba de A.L. y A.M. (en el Exterior)-,
la cual gozará de JURISDICCIÓN FUNCIONAL sobre sus Logias y miembros, en
la tradición jurisdiccional emanada de la practicada en la Gran Logia Unida de
Inglaterra.
2.- Cambio de nombre –a todos
los efectos masónicos- de la Gran Logia de Cuba de A.L. y A.M. (en el Exterior)
como GRAN LOGIA UNIDA DE CUBANOS EN EL EXTERIOR, con lo cual queda zanjada
la dicotomía al existir dos Grandes Logias del mismo nombre, allanando así el
camino para el ulterior reconocimiento por otras Grandes Potencias y por la
Confederación Masónica Interamericana.
3.- La Gran Logia de Cuba de
A.L. y A.M., asumiendo su responsabilidad histórica y con el pleno conocimiento
de la ortodoxia del trabajo masónico que durante 30 años ha desarrollado la
Gran Logia de Cuba de A.L. y A.M. (en el Exterior), extenderá de forma
excepcional una CARTA DE AUTORIZACIÓN –basada en el antecedente jurídico
de la Conferencia de la C.M.I. de Montevideo (Uruguay, 1947)- para que la nueva
Gran Logia Unida de Cubanos en el Exterior continúe trabajando como Gran Logia,
reconociendo con este acto su carácter regular.
Estamos solicitando con este
mensaje el apoyo de las Grandes Potencias de nuestra Amistad, a fin de que el
extenso abismo que ha separado a los masones cubanos a ambos lados del Estrecho
de La Florida se convierta en un puente de Verdadera Luz, que engrandecerá la
inmensa Familia de la Masonería Regular Universal y sentara un precedente ante
la sociedad civil de la necesaria UNIDAD DE TODOS LOS CUBANOS.
Agradeceremos sumamente a todos
los Respetables Hermanos que tengan a bien expresarnos sus criterios y adhesión
a este proyecto que sentará un importante hito en la historia de la Masonería
en Cuba.
Os saludo con un Triple Abrazo
Fraternal.
Evaristo Rubén Gutiérrez Torres
Gran Maestro.
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