Por: María Teresa Villaverde Trujillo
Imagen de Maceo en sus años de general de brigada (casa museo)
Antonio Maceo y Grajales es
considerado uno de los líderes independentistas más destacados de la segunda
mitad del siglo XIX en América Latina. Murió el 7 de diciembre y esa fecha se conmemora
como DUELO NACIONAL y LUTO DE LA PATRIA porque su muerte representa a la vez,
el sacrificio de la vida de todos aquellos que lucharon durante las tres
guerras cubanas y en las distintas “conspiraciones” diseminadas por la isla de
Cuba en busca de la independencia.
Nace Antonio de
la Caridad Maceo Grajales en Majaguabo, San Luis, Santiago de Cuba, el 14 de
junio de 1845, hijo de un mestizo venezolano y de una morena liberta cubana de padres
dominicanos. Bautizado en agosto 26 de ese año en la iglesia de Santo Tomás
Apóstol,
Santiago de Cuba
El 10 de octubre
de 1868 Carlos Manuel de Céspedes en su ingenio La Demajagüa lanza el grito de
¡Viva Cuba Libre!, y en la noche del 12 Antonio Maceo se alza en armas como soldado,
con las fuerzas del capitán Juan Bautista Rondón.
Cuenta solo 23
años de edad cuando es nombrado capitán abanderado, y por su coraje y decisión
lo ascienden a sargento. Durante los primeros días de noviembre gana el grado de
teniente bajo las órdenes del coronel Juan Monzón, oriundo de Islas Canarias.
Maceo bajo las órdenes directas del general Donato Mármol- es ascendido a
capitán y nombrado Jefe del Batallón de Majaguabo; y más tarde logra el grado
de comandante por su desempeño en la defensa de Bayamo; y por sus exitosas
operaciones en Mayarí y Guantánamo es
ascendido a Teniente Coronel.
En octubre de
1871 el general Máximo Gómez lo nombra Coronel y Maceo recibe el diploma
firmado por el presidente Carlos Manuel de Céspedes por sus victorias ante el Ejército
español. Más tarde es ascendido a brigadier en reconocimiento a su valiente actuación
en las victoriosas acciones de Rejondón de Báguano, la toma de Holguín, Los Pasos y El
Zarzal y así hasta llegar al combate en Mangos de Mejía, en 1877, cuando Maceo recibe
ocho heridas de balas y salva la vida gracias a la actuación de su hermano José. Tiene 32
años de edad.
Durante su
convalecencia se efectúan negociaciones para el cese de las hostilidades entre
el Ejército Libertador cubano y el Ejército español en Cuba, llegando a
firmarse el Pacto de Zanjón documento que se hace valido el 10 de febrero de
1878 y que origina la
"Protesta de Baraguá" por Antonio Maceo y un grupo de sus oficiales,
y en su consecuencia la creación de la Constitución de Baraguá, y la
continuación de la guerra por unos días mas aunque sin recibir el apoyo del
ejercito cubano. A tal efecto Maceo se retira de la contienda hacia el
extranjero dándose por terminada la Guerra de los Diez Años.
Fracasa un nuevo
intento: la Guerra Chiquita. Pasan algunos años y llega el momento de lanzar
otra vez el grito de ¡Viva Cuba Libre! con el alzamiento de la guerra justa y
necesaria, la organizada por Jose Martí desde el exterior. Antonio Maceo
regresa a la isla entrando por Duaba en la región de Baracoa. Significativa la
reunión de los tres grandes en la finca La Mejorana y tras
varias batallas inmortales regresa a Baraguá desde donde parte a realizar la invasión
de Oriente a Occidente hasta situarla en Mantua la región extrema pinareña.
Para regresar a la provincia de La Habana cruza la trocha Mariel-Majana por la
bahía quedando en tierra su tropa; y aparece días después por los alrededores
de Punta Brava donde le aguardaba el regimiento Santiago de las Vegas.
Al día siguiente
temprano en la mañana se presenta en la finca Purísima Concepción. Son las dos
de la tarde y recostado en la hamaca oye disparos y una voz de alarma:
"¡fuego en San Pedro!". Ordena ir a combatir.
Mas la batalla
no le es favorable a los cubanos. La tropa española seguía avanzando y los mambises
se hayan atrapados ante una cerca de púas que impide continuar la marcha. El fuego
se ha generalizado, y por cosas de un extraño destino Maceo cae por el lado
izquierdo de su caballo, alcanzado por dos disparos. Se incorpora y otro
impacto le alcanza en el tórax.
Aun en plena
batalla Panchito Gómez Toro al llegar junto al cuerpo del Lugarteniente General
es balanceado perdiendo la vida en un acto de rescate.
Ambos cadáveres
son recuperados por el coronel Juan Delgado González, trasladados a la finca "La
Dificultad" en la Loma del Cacahual donde fueron sepultados en lugar
secreto hasta que Cuba se hizo independiente.
Había librado más
de 800 acciones de guerra y había derrotado en el campo de batalla a grandes
tropas enemigas que le aventajaban en hombres y armamentos.
Antonio Maceo tenía 52 años de edad y en su
cuerpo veinte y cuatro cicatrices de heridas de balas y de armas blancas.
Fusionadas como glorias con las que recibió en el momento de su muerte hacen un
total de veinte y seis remembranzas huellas en una sola complexión humana.
Oleo del patriota y pintor cubano Armando Menocal (imagen cubanidades)
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