martes, 19 de abril de 2011

Leyenda de la bandera cubana. Para el inicio de los trabajos.


Fue dibujada por un masón libre de preceptos heráldicos, por un masón enarbolada en Cárdenas en 1850, Narciso López. Declarada por la Cámara Constituyente de Guáimaro como símbolo de la Revolución redentora, en propuesta de un ilustre masón, fue paseada triunfalmente desde Oriente hasta Occidente por el brazo poderoso de un masón, Antonio Maceo. Cobijó en La Mejorana a las tres grandes epopeyas del '95. Y un masón, Máximo Gómez, la izó en el Morro de La Habana en 1902, como símbolo de un pueblo libre y soberano.

Tres de sus franjas azules que con las otras dos blancas constituyen cinco, añadiéndole el triángulo y la estrella hacen el número simbólico de siete. Sus franjas azules simbolizan ciencia, virtud y belleza, las blancas son emblema de pureza y justicia, su triángulo equilátero rojo símbolo de democracia.

Está constituida por tres principios masónicos: Libertad, Igualdad y Fraternidad, sus colores son los de la República, su estrella solitaria símbolo de nuestra Independencia. Nuestra enseña Nacional es por tanto, un símbolo masónico también.

Amémosla, Reverenciémosla, Honrémosla y Defendámosla.

Por: Joaquín N. Aramburu.

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